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Publicado enDestacadas, Estado

Marín, Kamel, Karam y Moreno: 13 años después van tras ellos por torturar a Lydia Cacho

Alfredo Ramírez

Trece años y tres meses han pasado desde que la periodista Lydia Cacho Ribeiro fue detenida en Cancún, Quintana Roo por policías de Puebla, ante una denuncia por difamación y calumnias que presentó en su contra el empresario textilero Kamel Nacif  por mencionarlo en su libro Los demonios del edén, en el que ella  documentó la operación de una red de pederastia.

Ahora, la justicia está por llegar para la escritora, debido a que  la titular del Primer Tribunal Unitario de Cancún, Quintana Roo, María Elena Suárez Préstamo librara órdenes de aprehensión contra el exgobernador poblano Mario Marín; el empresario Kamel Nacif Borge; Adolfo Karam Beltrán, exjefe de la Policía Judicial, y de Juan Sánchez Moreno, exdirector de Mandamientos Judiciales del estado.

Todas estas personas y otras, están en la mira de la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de tortura, ya que según denuncias de la periodista y grabaciones difundidas en su momento, todos complotaron para hacerle daño durante su traslado y estancia en la cárcel.

Aquí te decimos quién es quién y su participación en este caso:

Marín Torres, el ‘góber’ que le hizo el favor a Kamel

En diciembre del 2005, en el primer año de gobierno de Mario Marín Torres fue detenida Lydia Cacho y trasladada a Puebla. Gracias a que el mandatario local era amigo de Kamel Nacif se movieron influencias para que la jueza Rosa Celia Pérez González librara la orden de aprehensión contra la periodista por el delito de difamación y calumnia.

El oscuro acuerdo que hubo entre ambos quedó exhibido por La Jornada en febrero del 2016 cuando en una llamada telefónica, el empresario le agradeció a Marín por el “favor”  de haberle dado un “coscorrón” a Cacho.

-Quiúbole, Kamel.

-Mi gober precioso.

-Mi héroe, chingao.

-No, tú eres el héroe de esta película, papá.

-Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad. Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos constesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras.

-Ya sé, y es que estos cabrones siguen sacando mamadas y mamadas. Pero yo hice una declaración. Fui a la televisión.

-Ah, qué bueno. ¿Allá en México o acá en Puebla?

-Aquí, pero dijeron que la iban a mandar allá. Salió aquí. Y yo en el Milenio le dije, si lo quieres leer, le dije, pus al señor gobernador no le tembló la mano.

-Ni nos tiembla ni nos temblará.

-Pinche bola de ratas. ¿Qué han hecho? Qué asquerosidad es esto, ¿eh?

-No, se sienten Dios en el poder.

-Así es. Yo te hablé para darte las gracias. Sé que te metí en un problema pero…

-No’mbre, a mí me gustan esos temas. Coincido contigo en que, jijos de la chingada, en esos temas… digo… no somos santos, desde luego, pero si alguien tiene pruebas que las presente. Y si no que se calle la boca.

-Oye, pero en algo tan vergonzoso, mi distinguido. Porque es vergonzoso.

-Así es.

-Y yo para darte las gracias te tengo aquí una botella bellísima de un coñac que no sé adónde te la mando.

-Pues a Casa Puebla.

 

Kamel Nacif, el que denunció

En ese entonces, Kamel Nacif era un exitoso empresario –de origen libanés– con influencias y cuando vio su nombre en el libro de Cacho, la demandó en Puebla y desde aquí se orquestó la captura.

Fue señalado en Los Demonios del Edén de estar implicado en la protección a Jean Succar Kuri, un empresario cancunense, sentenciado en 2011 por cargos de pederastia.

Kamel perdió el juicio en enero de 2007 debido a que se sobreseyó el delito de difamación en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México.

Inicialmente el proceso contra Cacho por difamación y calumnia lo llevó la juez quinto de lo penal de Puebla, Rosa Celia Pérez. Después, por orden de una sala del Tribunal Superior de Justicia de esa entidad, se canceló el cargo de calumnia y sólo quedó el de difamación.

Sin embargo, la juzgadora no resolvió el asunto en definitiva, porque en enero de 2006 se declaró incompetente y turnó el caso a la justicia de Quintana Roo. A la vez, en esta entidad se declararon incompetentes por lo que finalmente cayó el caso en manos de un juzgado en la ahora Ciudad de  México.

Karam ordenó detención y permitió tortura

En su papel de Jefe de la Policía Judicial en el gobierno de Marín. Adolfo Karam Beltrán fue quien ordenó a sus agentes, incluido Juan Sánchez Moreno, entonces director de ese departamento a detener a Cacho Ribeiro en Cancún.

Cuando se desató el escándalo Cacho-Marín, ambos y el resto de los policías que participaron en la captura y traslado de la periodista fueron destituidos.

Los uniformados fueron señalados  en 2009 por la periodista de haberla torturado. Dos de los policías que participaron están presos: José Montaño Quiroz, aprehendido en diciembre de 2014 y Alejandro Rocha Laureano. Solo el primero fue  sentenciado a 11 años de prisión en 2017.

Según el columnista Mario Alberto Mejía, Cacho Ribeiro le ha confirmado sobre la existencia de estas órdenes de aprehensión y el particular de Marín, Ramón Fernández Solana ha dicho que el “góber precioso” no está prófugo sino anda de vacaciones.

LA VILLA
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