En la Ciudad de México no se ha hecho justicia por el robo del cadáver del bebé Tadeo, en una tumba del panteón de San Nicolás Tolentino en la alcaldía Iztapalapa, que fue trasladado e ingresado al penal de San Miguel en la ciudad de Puebla; pues la Fiscalía General de Justicia no ha reportado la detención de los implicados en el delito de exhumación.
Enero terminó y solo en Puebla hubo sanciones y procesos penales contra los involucrados en el ingreso al reclusorio del cuerpo del bebé de tres meses, pues fueron despedidos de sus puestos dos altos mandos entre ellos el secretario de Seguridad, Rogelio López Maya; además de que este lunes fueron vinculados a proceso 17 custodios y directivos de la cárcel, además de que fueron trasladados reos peligrosos a penales federales en Oaxaca y Chiapas.
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Pero en la Ciudad de México, la Fiscalía sigue en espera de los resultados de las investigaciones en Puebla, pues así lo dijo este 25 de enero el vocero de la Fiscalía de la capital del país, Ulises Lara, quien en un video en redes sociales reconoció que a pesar de haber levantado las huellas del féretro del bebé en el panteón, aún no saben quiénes son los responsables.
El 25 del mismo mes, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, dio a conocer que por ese escándalo rendirían su declaración ministerial los 448 trabajadores que laboran en el Panteón Civil de San Nicolás Tolentino.
La única medida que tomó la alcaldesa fue despedir al administrador del camposanto, y afirmó que inicialmente 148 trabajadores de la alcaldía, cuyo trabajo es inhumar y abrir fosas, serían los primeros en acudir a la Fiscalía.
Pese a ello, hasta ahora las autoridades en la capital del país no han reportado quién de los 448 empleados vio o está involucrado con la exhumación del bebé Tadeo, quien fue inhumado el pasado 6 de enero.
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“Son los que obtienen una relación con los vecinos para mejorar, construir, pero entonces ahí hay 300 auxiliares, entonces, auxiliares y trabajadores de base todos van a pasar a declarar sobre lo que pida la Fiscalía”, sostuvo Brugada en una conferencia de prensa.
El 10 de enero, el cadáver del bebé fue encontrado por un reo del penal de San Miguel, en un contenedor de basura en el área de hombres. El cuerpo fue entregado el 23 de enero a los papás de la víctima.
Por ese hecho, hubo cambios en el penal de San Miguel, que derivaron en un intento de motín, por lo que la administración del gobernador Miguel Barbosa solicitó el traslado de peligrosos reos a otras cárceles en México.
Por Alfredo Ramírez
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