Se dice que…Ahora que la campaña de Claudia Rivera Vivanco va en debacle, su coordinadora de Comunicación Social, Magaly Herrera la aconsejó ya mejor no invitar más a la prensa, pues de nada les ha ayudado tener convenios con algunas empresas cuando estos no les han servido para mitigar los escándalos en los que se han metido día a día.
Y es que a sus eventos, recorridos en las colonias, únicamente llegaban reporteros de medios que observan más allá de un discurso.
Fue así que se logró documentar el uso de vehículo oficial del Ayuntamiento de Puebla y trabajadores a reuniones proselitistas de la candidata a la reelección por Morena-PT.
A partir de este 14 de mayo, el equipo de Rivera Vivanco ya no revela la agenda de sus recorridos mismos que han resultado un desastre ya que no ha habido un día en el que se libre de los colonos molestos con su administración, ya que en dos año y siete meses, no han visto el progreso prometido.
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La solución que encontraron para que la prensa no registre más estos hechos es mejor ya no invitar a los reporteros y únicamente limitarse a subir videos en sus redes sociales.
Es decir, esconder los eventos para que no observen más las molestias de la gente por falta de seguridad, obra pública, y actos de corrupción.
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La disculpa pública que Liza Aceves, coordinadora de campaña de Rivera Vivanco ofreció al gobernador Miguel Barbosa, no fue del todo sincero, pues puso un “pero” e insistió en que sí hay relación entre la familia del mandatario y la del candidato de ‘Va por Puebla’, Eduardo Rivera Pérez.
Liza se metió en un atolladero al atreverse a aventar el chisme de que el gobernador sostiene una “relación sentimental” con la cuñada del panista. No solo fue atrevido de su parte sino ruin, una declaración acompañada con toda la maldad para hacer daño.
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Lo bueno es que no lo logró, al menos en la familia del gobernador en donde la fidelidad de pareja está probada, pues basta revisar el historial personal de Barbosa para darse cuenta que a diferencia de otros políticos, nunca ha estado metido en líos de faldas y cada que puede, presume a su esposa como lo máximo para él.
Incluso reporteros de la fuente política en la Ciudad de México dan cuenta de ello, ya que cuando él era líder del Senado, doña Rosario Orozco llegaba con los Chiles en Nogada para los periodistas, y se la pasaba en la oficina de su esposo.
Por Los Reporteros
