El miedo no anda en burro y eso ya lo entendió muy bien José Juan Espinosa, quien no asomó la cabeza, ni posteó ningún tuit luego de que personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT) embargara mobiliario de oficina en su plaza comercial Lazcarro este 10 de septiembre.
El aún diputado local se quedó callado y escondido desde alguna parte de Centroamérica, sino es que ya se movió de país, pues no pisa México desde enero de 2021 por temor a ser detenido por ministeriales de la Fiscalía General de Justicia de Puebla, quienes andan tras él para cumplimentar una orden de aprehensión.
Las diligencias del SAT de este viernes en su plaza comercial y en una de sus tantas casas ubicada en 3 Poniente y 9 Sur, San Pedro Cholula, lo contradicen en esa versión de ser un político “honrado” y “honesto”.
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Si fuera así, ¿porqué trabajadores del SAT se metieron hasta la cocina de su casa para recordarle que tiene adeudos con el fisco y que ya no son tiempos de seguir viviendo en la impunidad fiscal?
Parece que a Espinosa Torres se le acabó la suerte, pues también es investigado por los delitos de peculado, fraude, asociación delictuosa y abuso de autoridad por un presunto desvío de 100.6 millones de pesos a su paso como edil de San Pedro Cholula, en el periodo 2014-2018.
Fue en octubre del 2020 cuando la Auditoría Superior del Estado (ASE) lo denunció por arrastrar una colota.
José Juan estaba acostumbrado a someter a los gobernadores en turno: lo hizo desde Mario Marín, quien terminó siendo su amigo y su padrino de bodas. Lo aplicó con Rafael Moreno Valle, que fue quien lo ayudó a convertirse en alcalde de San Pedro Cholula. También estuvo a disposición del minigobernador, Antonio Gali Fayad.
La última diputación la ganó no por él sino por el efecto Andrés Manuel López Obrador, pues ahora se dice fiel predicador de la 4T cuando antes lo fue de los exgobernadores del PRI y del PAN.
Por si fuera poco, José Juan se quedó sin alcaldes y ayuntamientos a modo, como los tuvo en Coronango y Ocoyucan. En las Elecciones 2021 perdieron todos sus candidatos, los peores descalabros fueron en Coronango y San Pedro Cholula. En este último, al final se dio cuenta que Julio Lorenzini no ganaría e intentó sumarse al equipo de Paola Angón, a través de sus asesores de campaña, pero nadie le contestó llamadas ni mensajes, pues saben su nivel de calaña.
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Ahora, está donde merece estar, en el exilio, después de 15 años de someter al poder, esta vez se topó con pared y en un descuido puede ser capturado.