Podrán decir lo que quieran del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta pero no pueden negar que es un hombre justo, que está dando muestras de que no permitirá que haya injusticias contra los más pobres.
Es el más digno representante de la llamada “cuarta transformación”, sus principios de “primero los pobres”.
Así lo demostró este lunes 30 de noviembre cuando se sentó en la misma mesa con don José Prisciliano y la señora Rufina, padres de Juan Carlos, el joven atropellado y muerto la noche del 24 de noviembre pasado en la Vía Atlixcáyotl.
Cualquier otro gobernador hubiera defendido antes al presunto responsable por el simple hecho de ser el hijo de un constructor adinerado en la entidad, por sus influencias o por compromiso, tal como hemos sido testigos en múltiples ocasiones.
No fue así, Barbosa Huerta se indignó al igual que la familia de Juan Carlos al enterarse que Yamil, el atropellador, recuperó su libertad a la par que la víctima era enterrada el viernes en el municipio de Santa Clara Ocoyucan, y más cuando escuchó de viva voz la narración de José Prisciliano.
Le indignó al gobernador, como si fuera su propio hijo, al enterarse que el campesino fue engañado por su abogado Alejandro Julián Rosas Moro para firmar un acuerdo reparatorio que permitiera al mirrey andar a estas horas por la calle, como si nada pasara.
“La justicia debe de ser igual para todos, igual para todos. No depender, no depender de las posibilidades económicas, sociales. Eso nunca más en Puebla, por lo menos, mientras yo esté en el gobierno del Estado. Nunca más”, dijo.
Sus palabras conmovieron hasta al llanto a don José, quien al término de la rueda de prensa virtual que se realizó en casa de gobierno, dijo a MTPNoticias que ahora sí se siente respaldado por lo que confía en que el caso de su hijo no quede impune.
Y cómo no, si el propio Barbosa Huerta pidió al Consejero Jurídico, Ricardo Velázquez acompañar a la familia en la asesoría legal, además de solicitar a la Secretaría de Seguridad Pública, a la Fiscalía General del Estado, y en el Consejo de la Judicatura, investigar si los policías, ministeriales o el juez, cometieron alguna falta en este caso.
Sobre el abogado, está demás decir que no le importó su prestigio, que se dejó deslumbrar por el dinero y prefirió vender a su cliente de origen humilde que quedar mal ante una familia adinerada…contra este tipo de representantes legales también debería caer la justicia.
***
Hay que decir que no es la primera vez que el gobernador sorprende en sus acciones en favor de las familias que menos tienen.
El 12 de noviembre pasado emitió un decreto en el que prohíbe a los agentes de tránsito extorsionar a los conductores de camionetitas viejas que día a día transportan sus productos del campo a otros puntos para comercializar.
Te recomendamos: No más ‘mordidas’ a humildes campesinos, Barbosa prohíbe multarlos
En pocas palabras, le amarró las manos a aquellos servidores públicos que estuvieron acostumbrados a vivir de la costilla de los más humildes durante años. Ahora, a quien se le sorprenda, será dado de baja e investigado.
