La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el que el individuo realiza sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera, y aporta algo a su comunidad”.
La salud mental es un derecho humano que debe protegerse de manera integral, siendo establecido en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 4° y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en su artículo 12, numeral 2, inciso d), por lo que la debida protección del derecho a la que incluye, cuando menos, el suministro de medicamentos básicos.
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Por otra parte, se otorga el mismo tratamiento normativo a la protección de la la física y la mental por nuestra Carta Magna y tratados internacionales por lo que se puede concluir que el Estado está obligado a prestar los servicios de salud mental de manera integral y suministrar los medicamentos básicos necesarios para su tratamiento.
¿Qué es la depresión?
La organización Mundial de la Salud estimó que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18 por ciento entre 2005 y 2015.
La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, provocando angustia mental y repercute en la capacidad de las personas para poder realizar sus tareas cotidianas, lo que regularmente tiene efectos desafortunados sobre las relaciones con la familia y los amigos.
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En México, solo el 20 por ciento de las personas con enfermedades mentales reciben atención profesional y que en ocasiones tardan hasta 12 años para lograr un diágnostico y el sector salud se enfrenta ante un déficit de atención y medicamentos para atender necesidades en esta área por el sector, ausencia de políticas públicas, insuficiencia de centros de atención especializados y estigma social hacia las enfermedades mentales como sostiene por especialistas de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
Que los servicios se presten de manera integral, con un tratamiento adecuado y completo, es una cuestión fundamental e inherente a la debida protección del derecho a la salud, por lo que se desprende que el Estado mexicano se encuentra obligado a crear las condiciones que aseguren a todas las personas la asistencia médica y servicios médicos en casos de enfermedad.
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Por lo que el sector público de salud no cubre aspectos de la lo mental como médicamentos suficientes.
El que existan mejores condiciones para la salud mental debe ser un eje principal ante las formas en que pueden presentarse afectaciones en el trabajo, en casa, en la escuela y diversos espacios en donde se busca una sana convivencia, por que no solo deben ser buenos deseos sino acciones.
¡A tu salud!
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