Iván Tirzo/ @TirzoIvan
Si el proceso electoral 2018 se caracterizó por las traiciones en el PAN, PRI y Morena, lo que se viene para la elección extraordinaria en este 2019 será algo mucho peor.
Los políticos ya preparan los cuchillos cebolleros para apuñalarse por la espalda.
Las heridas de los comicios del año pasado no han sanado y los actores políticos están sedientos de venganza.
Es un secreto a voces que Claudia Rivera Vivanco fue apoyada en campaña por Rafael Moreno Valle, quien falleció el pasado 24 de diciembre, y que Miguel Barbosa Huerta movilizó a su estructura electoral en la ciudad de Puebla para favorecer al panista Eduardo Rivera Pérez.
Qué decir de la traición de Enrique Doger Guerrero al PRI, para servir al proyecto de Moreno Valle, para que Martha Erika Alonso (también fallecida en el helicopterazo en Coronango) ganara la elección del 1 de julio.
Los barbosistas no se la perdonan a Claudia Rivera y cada que pueden se lanzan contra ella a través de los diputados locales José Juan Espinosa y Gabriel Biestro.
El 2019 será más intenso que el 2018 en el ámbito electoral. Ya hemos sido testigos de lo que se viene.
En el Congreso no han definido gobernador interino y el fuego amigo arde a todo lo que da. José Juan Espinosa acusó a su amigo y compañero de la bancada de Juntos Haremos Historia, Gabriel Biestro, de ser un ambicioso y de no tener título profesional.
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Rafael Moreno Valle era capaz de comprar conciencias en todos los partidos políticos. Tras su ausencia no hay un personaje que haya asumido ese papel.
Ya veremos si los priistas y marinistas aceptan otra vez a Doger como candidato. Esta puede ser su única oportunidad para revivir y reagrupar a los rencorosos de otros partidos.
Ya veremos si los yunquistas ceden la candidatura a gobernador a los morenovallistas sin su líder, o viceversa, y si ambos están dispuestos para hacer campaña juntos.
Ya veremos si en Morena grupos como el de Alejandro Armenta se muestran dispuestos ante una eventual imposición de Miguel Barbosa como candidato a gobernador.
Las traiciones se esperan en los tres partidos. Habrá que esperar a ver cómo se reagrupan y cómo por debajo del agua mueven sus estructuras, para apoyar a quienes contiendan por la gubernatura.
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