El ajedrez político se movió rumbo al 2024, tras la muerte del exgobernador Miguel Barbosa. De entrada, porque Sergio Salomón Céspedes Peregrina pasó de ser aspirante a la gubernatura, a ser gobernador sustituto, durante los próximos dos años.
La lista de aspirantes a la gubernatura tiene uno menos. Por Morena habrá que esperar a ver cómo se acomodan las cosas en el grupo barbosista. En la lógica solo quedarían los secretarios de Economía y de Salud, Olivia Salomón y José Antonio Martínez.
Con el nombramiento de Julio Huerta como secretario de Gobernación, sería muy natural que sea incluido en esa lista de aspirantes.
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El grupo barbosista mostró unión en la designación de gobernador sustituto, además de que tiene de aliada a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México a Claudia Sheinbaum, a quien ya le organizaron un acto masivo en Puebla.
Así que este grupo va a pelear con todo la candidatura para el 2024, aunque hay que decirlo, no será lo mismo sin su líder, el exgobernador Miguel Barbosa.
Aunque dentro de los grupos políticos de Morena encabezados por el diputado federal Ignacio Mier y el senador Alejandro Armenta, se comenta que las cosas se emparejaron rumbo el 2024.
Era obvio que con Miguel Barbosa la tenían difícil, lo reconocían como un nato ajedrecista político. Y ahora ellos pelearán a muerte la candidatura.
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El grupo de Mier ya mandó señales de una lucha encarnizada, la semana pasada cuando se discutía en el Congreso de Puebla quién debía ser el gobernador sustituto.
El grupo del diputado federal se siente muy seguro de amarrar la candidatura, al verse arropado por el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López.
Lo mismo sueltan políticos afines a Alejandro Armenta, quienes refieren que el senador tiene una amistad de muchos años con el hoy gobernador sustituto, por lo que al menos consideran que el mandatario no pondrá piedras en su camino.
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En el PAN también se movieron las cosas. El edil Eduardo Rivera se llevaba muy bien con Miguel Barbosa.
Esa excelente relación la ratificaron en octubre pasado, en el primer informe del presidente municipal.
No es que el alcalde panista, quien aspira a la gubernatura, esperara el apoyo en votos en las elecciones de 2024. Sino que tenía confianza que el gobernador permitiría una elección democrática en Puebla, para ponerse al tú por tú, por quien fuera por Morena.
Rivera es un político inteligente que va a pensar dos veces las cosas antes de continuar la búsqueda por la candidatura a gobernador en el PAN.
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Las elecciones a gobernador en el estado de México, este 2023, van a mover muchas cosas. Si Morena gana con Delfina Gómez, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador estaría asegurando el triunfo de las elecciones presidenciales en 2024.
Y, por tanto, en Puebla unos decidirán en 2023 si buscan o no candidaturas, por la gubernatura, alcaldías, o diputaciones federales y locales.
En el PRI saben que no tienen candidato para ganar la gubernatura en 2024, así que solo están a la espera de definir si van con el PAN o Morena en Puebla.
La política ya se puso calientita en Puebla, vienen las definiciones y las alianzas y acuerdos entre políticos.
