Las acciones de Alfonso Esparza demuestran que primero es ÉL y al último ÉL, no tiene ni un tantito de respeto hacia las mujeres.
Que diga lo contrario, no tiene cómo sostenerlo. Por intereses personales, que le convienen para lanzar una cortina de humo por las investigaciones a las que está sujeto, por el delito de peculado, ordenó hace dos días a un grupo de mujeres plantarse frente al Congreso del Estado.
Con qué fin, con el único de ganar tiempo en busca de su salvación y el de su hija, quien también es investigada por el mismo delito.
Cuando las marchas son ciudadanas, son respetables y admirables. Pero que las mande, solo quedó evidenciado como un ma-chis-ta.
¿A poco creen que Esparza está preocupado por los derechos de las mujeres?, claro que no, él está detrás de las encapuchadas que pintarrajearon inmuebles, hasta les envía de comer para que mantengan el plantón.
Y si estuviera preocupado por los derechos de las mujeres, ¿Entonces por qué no ha despedido a más de la mitad de profesores acosadores de la BUAP?
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Durante el 2020 se desbordaron los casos de acoso y agresión sexual en contra de alumnas en las diferentes facultades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Cuando las víctimas han dado a conocer los casos de acoso, son obligadas a bajar sus publicaciones en redes sociales.
Entonces, ¿cuál preocupación por los derechos de las mujeres? Si lo que hace es proteger a los profesores calenturientos.
Solo por citar un caso reciente, una exalumna de la preparatoria ‘Licenciado Benito Juárez’ narró a MTPNoticias que en su caso, el instructor de Karate de la institución, identificado como Ramiro, la acosó sexualmente a ella y a varias jovencitas menores de edad.
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Reveló que estos abusos fueron constantes y que incluso llegó a tocar a las estudiantes en entrenamientos a quienes obligada a tomar su taller en top y licra. Sin embargo, en su momento nadie interpuso una denuncia, debido al miedo que este hombre provocó en ellas.
En otra denuncia, se compartió una captura de pantalla en la que se acusó a Ramiro por acosar y violar a una alumna hace seis años y la afectada aseguró que no es la primera vez que denuncia a este profesor, peor ninguna autoridad académica la ha escuchado pues Ramiro continúa trabajando como si nada.
Esparza no tiene calidad moral para hablar de equidad de género y derechos de mujeres, sino respeta el de las estudiantes de la BUAP.
