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Publicado enOff The Record

La sucesión y el primer embate

Ignacio Juárez

Los odiadores de tiempo completo del barbosismo que responden a las órdenes de Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en San Lázaro; el senador Alejandro Armenta Mier y hasta resentidos del panismo que temen una persecución decidieron subirse al tema del cobro del Derecho de Alumbrado Público (DAP) con un interés netamente político con miras a 2024.

El centro de los ataques es el alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien no oculta sus aspiraciones a la gubernatura y encabeza el municipio que más ingresos obtendrá por esa vía.

El asunto se torna más complejo por tratarse de una verdadera mezquindad, ya que este sector de morenistas se pasan a traer entre las patas de los caballos a los alcaldes de su partido que serían beneficiarios con ese derecho, eso sin contar que permite a los ayuntamientos generar economías para mejorar el servicio de alumbrado y dotar de seguridad a la ciudadanía.

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Los primeros en subirse al lucro político fueron los legisladores locales de Morena Edgar Garmendia e Iván Herrera. Luego siguieron los regidores de ese partido en el Cabildo de Puebla y ahora Armenta Mier utilizó la tribuna del Senado para evidenciar el tema a nivel nacional.

¿Cuál es la estrategia de todo este grupo? Que la iniciativa perjudique todo lo que se pueda a Eduardo Rivera y al PAN, ya que son los más adelantados en el camino a Casa Aguayo; centrar la discusión a nivel nacional para que el mensaje llegue a Palacio Nacional y haya candados para que Morena pueda moverse a placer.

El problema de este grupo de mezquinos es que para denostar la iniciativa presentada en el Congreso local se han valido de mentiras y medias verdades. Alejandro Armenta e Iván Herrera han formado parte de administraciones municipales que se han beneficiado y cobrado el DAP. El primero con Mario Marín Torres y el segundo, siendo regidor, aprobó dos iniciativas para que Claudia Rivera Vivanco se allegara de los recursos.

Otra mentira: no habrá un incremento en el cobro. Se seguirá pagando lo mismo que hace un año y solo se actualizará el monto con base a la inflación.

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La pregunta fundamental para todo este grupo de mentirosos es sencilla: ¿dónde estuvieron años atrás para denunciar el cobro del DAP que hoy se quiere retomar, pero sustentado legalmente para impedir una nueva inconstitucionalidad? ¿Sabe dónde estaban? Mamando de la ubre del gobierno o de algún polítiquillo que era su jefe. Otros ni siquiera imaginaban estar en la política, como es el caso del anodino Iván Herrera o Edgar Garmendia.

El problema se complica todavía más porque Eduardo Rivera Pérez y sus funcionarios no han dicho una sola palabra ni comunicado los beneficios que habrá para la ciudadanía. Es muy probable que esa estrategia la hayan recomendado los integrantes de la nefasta burbuja que está anclada al alcalde. Quieren que el costo lo paguen otros actores y dejar impoluto al edil.

La consecuencia de esa acción es que corre el riesgo de quedarse sin recursos y quemado ante la ciudadanía por querer cobrar “un nuevo impuesto”, tal y como denuncian falsamente los opositores a su gestión.

En retrospectiva, Rivera Pérez ha sido un político que tiende más a reaccionar -muchas veces de manera visceral- que en contener estratégicamente los golpes. En su primera gestión como edil ese fue el común denominador de su política de comunicación. La conclusión fue que nunca se libró de las garras de sus adversarios y menos construyó la imagen de un alcalde víctima de una persecución, lo cual lo validaría aún más ante el electorado.

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En el tema del DAP es bastante sencillo ganar la narrativa mediática con una estrategia coherente. Los datos duros ahí están. Un ejemplo: no hay sondeo de opinión en que el grueso de la ciudadanía no ligue a la inseguridad con la ausencia de alumbrado público. Saber comunicar el beneficio del cobro permitiría a la Comuna validar socialmente sus acciones, dejando en claro que no hay un nuevo impuesto ni se está creando un nuevo cobro.

El primer embate real que sufre Eduardo Rivera ha permitido entender que hay un cierre de filas entre sus adversarios por un interés en común. Así serán los choques y afrentas por venir. La campaña en su contra también deja ver que no importa tener el aparato de gobierno si no se sabe qué hacer con el mismo.

Y esta adversidad se extiende al PAN como partido. Los nuevos dirigentes estatales, Augusta Sánchez Díaz y Marcos Castro, se han quedado mudos viendo cómo golpean a su jefe.

Lo que Rivera y sus seguidores no deben perder de vista es que este embate va más allá del edil y pretende herir de muerte al PAN como marca electoral, un riesgo siempre vigente cuando no hay partido cohesionado ni unido. (Por eso la insistencia de muchos sectores porque Eduardo Rivera y su grupo dejen atrás su actitud de rencor, perdonavidas y cerrazón para abrir el abanico a todas las expresiones, incluidas las que no simpatizan con él).

Por lo mientras, desde el Congreso del estado habrá una oportunidad de oro: la Comisión de Parlamento Abierto abrirá sus puertas para todos aquellos alcaldes que busquen cobrar el DAP, a fin de que expliquen con claridad sus propuestas, alcances y beneficios a la ciudadanía. Las sesiones serán transmitidas en tiempo real y la ciudadanía podrá saber el alcance de la medida.

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La mesa está puesta, a ver si en la Comuna deciden actuar en consecuencia.

La Udlap y las patadas de ahogado

Si a sus ojos llega una información difundida por la Universidad de las Américas Puebla, en la que se informa de un exhorto presentado ante un tribunal para que se devuelvan las instalaciones a la Fundación Udlap, no le haga caso. Son auténticas patadas de ahogado de la familia Jenkins de Landa -cuyos integrantes están a salto de mata por tener órdenes de aprehensión en su contra- y un investigadora que antes odiaba al rector Luis Ernesto Derbez y hoy ocupa su puesto.

La realidad es sencilla: el campus ya fue entregado a la Fundación Udlap y lo recibió su representante legal. ¿La causa? Es la única autoridad reconocida plenamente y con facultades para actuar a nombre de dicha institución. Como le decía, los antiguos patronos no pueden aparecer porque están procesados, además de que el nuevo patronato sigue vigente pese a todas las pataletas de Derbez, Jenkins y compañía.

Por Ignacio Juárez Galindo / @ignacio_angel

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