Tras ser emboscados y ultimados por huachicoleros que operan en la comunidad de El Paredón, municipio de Chignahuapan, Puebla, sepultaron a los policías Juan Carlos Pérez y Claudia Herrera este lunes 7 de noviembre en esta localidad.
Previo al entierro, se llevó a cabo una misa de cuerpo presente en la parroquia de Santiago Apóstol y una hora después un homenaje de las autoridades municipales para despedirlos en la explanada municipal.
Antes del homenaje el Zócalo se llenó de decenas de comerciantes inconformes con el alcalde Lorenzo Rivera Nava. Al acercarse la hora del homenaje, las autoridades ofrecieron diálogo y los desplazaron a otro edificio.
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Sacerdote pide inspiración a las autoridades para fortalecer la Seguridad Pública
Cerca de las 9:00 horas llegaron las carrosas fúnebres a la iglesia de la ciudad, con los cuerpos de los uniformados, donde el sacerdote los recibió y lamentó los hechos. Recordó que la vida es efímera y la falta de valores y el libertinaje son los responsables de estos hechos.
Pidió a Dios inspirar nuevas estrategias en las corporaciones de la Policía, para enfrentar estos momentos difíciles y que las autoridades busquen la manera de fortalecerlas, con todo lo que eso implica para que haya mayor seguridad.
Pidió a los presentes hacer lo propio, ser buenos ciudadanos, buenos hijos de Dios y hacer lo propio; dejar de estar lamentándose.
“Las personas que se han dedicado a destruir nuestra sociedad y a arrancar la vida de nuestros hermanos, ellos perdieron hace mucho la dimensión de su reino, perdieron el sentido de su vida, sus valores humanos, sus valores familiares y por eso se han entregado a la malicia. Todos ellos seguramente tienen familias y están destruyendo sus vidas y a su familia, seguramente van a terminar muy mal. Es un camino equivocado”, agregó.
Después de su homilía oró por el descanso enterno de ambos elementos y pidió consuelo para sus familias.
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Después bendijo los cuerpos que se encontraban dentro de los ataudes de madera y los roció con agua bendita.
Familiares, amigos y otros policías, compañeros de la corporación, se acercaron a despedirse de Juan Carlos y Claudia.
Lorenzo Rivera ofrece apoyo económico permanente para hijos de policías asesinados
Uniformados cargaron los ataúdes de Juan Carlos Pérez y Claudia Herrera, para trasladarlos al Zócalo de la ciudad, donde minutos antes decenas de comerciantes inconformes se manifestaron contra el edil.
En la explanada municipal se colocaron flores y dos fotografías grandes con los rostros de los policías asesinados. Sus ataúdes fueron cubiertos con banderas.
Durante el homenaje, el alcalde Lorenzo Rivera Nava se comprometió a solicitar al Cabildo que instituyan un apoyo económico permanente para los hijos de los uniformados asesinados, pero no dio monto ni el número de afectados.
Con algunas fallas en el audio, evitó mencionar en su discurso sobre la órden de aprehensión por el delito de homicidio con la que contaba Juan Carlos, a quien contrató a pesar de ello y nombró encargado del Grupo de Operaciones Especiales.
“Recuerdo a Juan Carlos como un hombre entregado, disciplinado y leal, siempre preocupado por su familia y por Chignahuapan. Y por supuesto también a Claudia, una joven comprometida y entregada al servicio de la nuestra policía municipal”, expresó.
“A las familias y seres queridos les reitero nuestro respaldo y nuestro compromiso de apoyo, sobretodo para los pequeños que cada uno dejó y que estaremos desde cabildo instituyendo un apoyo económico permanente para ellos”, agregó.
El edil consideró la muerte de los uniformados como un acto de “heroísmo”, que dificilmente se olvidará.
“¡Ay mijo, mi Juan, no te volveré a ver!”
“¡Ay mijo, mi Juan, no te volveré a ver mi vida!”, era el grito desgarrador de la madre del uniformado, que se escuchó durante más de una hora en la explanada municipal donde las autoridades municipales hicieron un homenaje.
El clamor de la madre de Juan Carlos Pérez se alcanzaba a oír a pesar de los aplausos y el ruido de las sirenas de las patrullas.
La mujer, vestida de negro, se encontraba con tres menores de edad y otras personas -sus familiares- que la detenían para no desplomarse en el lugar.
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Su clamor no dejó de escucharse ni un momento, incluso en pleno discurso del edil de Chignahuapan, ella lamentaba la muerte de su ‘Charly’ o ‘Juan’, como le llamaba de cariño.
Al final del discurso, se realizó un minuto de aplausos y el último pase de lista de los elementos que pertenecían al Grupo de Operaciones Especiales de Chignahuapan, después sus restos fueron llevados al panteón de la ciudad para ser sepultados.
Juan Carlos tenía una órden de aprehensión
Juan Carlos Pérez, encargado del Grupo de Operaciones Especiales de Chignahuapan, tenía una orden de aprehensión vigente por el delito de homicidio calificado cometido en este municipio en el 2018.
Pese a ello, el alcalde Lorenzo Rivera lo dejó a cargo de esta área y ocultó el proceso, luego de que fueran asesinados el pasado viernes 4 de noviembre.
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A Juan Carlos se le acusó de haber matado a un albañil de nombre Ángel González a la edad de 33 años en el 2018 -lo cual consta en la carpeta de investigación 68/2018/Chignahuapan- y en octubre de este 2022 se liberó la orden de aprehensión 76/2022.
Huachicoleros asesinan a dos policías en Chignahuapan
Según el reporte de las autoridades municipales, la tarde del pasado viernes 4 de noviembre, la policía local recibió un reporte de robo de vehículo en la comunidad de El Paredón en el municipio de Chignahuapan.
Al lugar se dirigió una patrulla con la célula de policías municipales que integraban el Grupo de Operaciones Especiales y una unidad de la Policía Estatal, donde fueron recibidos a balazos por un grupo de presuntos huachicoleros.
En el ataque murieron Juan Carlos Pérez y Claudia Herrera, mientras que otros dos compañeros resultaron lesionados y según el Ayuntamiento de Lorenzo Rivera, están fuera de peligro.
Luego del ataque, no hay detenidos y este lunes -7 de noviembre- en su conferencia matutina, el gobernador Miguel Barbosa Huerta informó que ya hay un despliegue de elementos de la Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Policía Estatal y la Fiscalía General del Estado (FGE), para desarticular la banda de huachicoleros que opera en el lugar.
