Al filo de la medianoche Rubén Pérez Castro escuchó el timbre de su teléfono y al contestar, del otro lado de la línea, sus familiares le explicaban que en la 2 Poniente, entre la 25 Norte y la Diagonal Defensores, un edificio de departamentos se había venido abajo. En ese lugar vive su hija Rocío, con su pareja; hoy, la joven y su novio están atrapados entre los escombros del inmueble.
La noticia movilizó a Rubén, quien manejó en medio de la oscuridad y la incertidumbre, un trayecto de 25 minutos desde la colonia Vicente Guerrero – al sur de la ciudad – hasta la zona donde un tanque de gas estacionario explotó y derrumbó el edificio donde vive Rocío, la noche de este martes 25 de enero y donde 15 personas fueron rescatadas con vida y una más murió.
“Yo me enteré a la medianoche, una de mis hijas vive aquí en el edificio colapsado, la otra de mis hijas me habló a la medianoche para decirme lo que había sucedido, y pues toda la madrugada estuvieron haciendo aquí labores de rescate, quedaban 4 personas atrapadas a las 6 de la mañana y nos notificaron que una murió”, declaró a MTP Noticias.
Sin dormir pero de pie, con nada más que una chamarra ligera y su cubrebocas, Rubén ha estado pendiente de todos los movimientos de los rescatistas. Se muestra tranquilo y se mantiene positivo, lo alienta la esperanza de que su hija y yerno salgan con bien de lo que confía será “una experiencia de vida”.
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Sus buenos deseos se extienden para la tercera persona que está atrapada que, comenta, es otra chica quien era vecina de su hija. Rocío vivía en el departamento 1 y la otra joven en el número 2.
Señala que lo que más le importa en este momento es que al final de este episodio su hija y yerno, así como la otra joven puedan “mantener la vida”.
“Lo demás ya veremos cómo le haremos, por lesiones o fracturas ya veremos, solo les deseo lo mejor”, refiere el hombre.
Rubén ha estado atento de todos los movimientos de los cuerpos de emergencia, en este punto del día, él explica con destreza que no pueden verse las labores de rescate desde la parte frontal del edificio, pues ahí quedaron puros escombros y los rescatistas encontraron mayor estabilidad en la parte trasera donde pudieron hacer un boquete por el que están sacando piedras y por donde también esperan rescatar a las personas.
En la mañana, cuenta, se asustó cuando vio que los trabajos de rescate fueron suspendidos, pero los rescatistas le explicaron que se debía a que el binomio canino debía descansar el olfato, ya que después de un rato se vician. Un par de horas después, la actividad de se retomó.
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