En seis años, el Gobierno de Puebla recuperó apenas el 0.18 por ciento de la inversión que se hizo en el Museo Internacional del Barroco (MIB), pues del 2016, cuando fue inaugurado, al 15 de mayo de este 2022, ingresaron 12.9 millones de pesos por concepto de visitas.
De acuerdo con información obtenida vía transparencia por MTPNoticias, año tras año, han disminuido los recorridos en este espacio que se presumió en su momento como “el mejor museo” de México. En estos momentos no cuenta con piezas barrocas como se prometió en un inicio debido a que el poco acervo con el que se inauguró, fue regresado a los museos originales en donde estaban exhibidas las piezas por lo que el MIB únicamente consiste en paredes, un auténtico elefante blanco.
Si se toma en cuenta el ingreso promedio de 2.1 millones de pesos anuales, el gasto de 7 mil millones 933 mil pesos que se hizo en el Museo Internacional del Barroco, la inversión se recuperaría en 3 mil 380 años.
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Apenas el 23 de junio de este año, desde un evento que se realizó en este recinto, el gobernador Miguel Barbosa destacó que el inmueble es una “herencia maldita” de administraciones pasadas, pues por haber sido construida bajo el concepto de Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS), se terminaría de pagar hasta en 2039.
Cuando inició la construcción de este centro, diseñado por el arquitecto japonés ganador del premio Pritzker en 2013, Toyo Ito, el gobernador de ese entonces, Rafael Moreno Valle, informó que costaría mil 742 millones de pesos, pero después, informó que debido a que se edificó bajo el esquema de PPS, los poblanos pagarán una mensualidad de 26 millones de pesos a la empresa La Peninsular Compañía Constructora, propiedad de la familia Hank Rhon, durante un periodo de 23 años con tres meses.
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Pocas visitas, pocos ingresos para el MIB
Moreno Valle inauguró el MIB en febrero de 2016. Durante los meses de funcionamiento en ese año, el gobierno panista reportó 148 mil 650 visitantes que dejaron una derrama económica por 2.7 millones de pesos.
Al año entrante, en 2017, con la promoción que se le hizo a nivel nacional al Museo Internacional del Barroco las visitas aumentaron a 180 mil 44 personas. Sin embargo, el dinero captado por los boletos de acceso disminuyó a 2 millones 441 mil 160 pesos.
En la respuesta a la solicitud de información se detalla que en 2018, el museo recibió 209 mil347 observadores dejando un ingreso de 4.1 millones de pesos.
En 2019 vino el declive. En ese año, se reportó el ingreso de 123 mil 898 personas y el gobierno captó con ellos apenas 2.5 millones de pesos.
Para 2020, el año más complicado por contagios de Covid-19 que obligó al gobierno cerrar recintos públicos como el MIB, únicamente ingresaron 68 mil 654 visitantes con una recaudación de 599 mil 040 pesos. Es decir, menos de la mitad del año anterior.
En 2021 cuando inició una reapertura parcial, entraron por concepto de visitas 379 mil 240 pesos, por el ingreso de solo 23 mil 424 personas. Esta ha sido la cifra más baja que ha tenido en toda su historia el Museo Internacional del Barroco.
en lo que respecta al 2022, de enero al 15 de mayo de este año, 12 mil 191 han visitado el inmueble, dejando una derrama económica por 128 mil 95 pesos.
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De elefante blanco a un museo electrónico
Sabedor de que con las visitas no se recuperará el dinero que se sigue pagando mes con mes por este inmueble, el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció el pasado 23 de junio durante un evento en este reciento que, planea convertirlo en un museo electrónico. Es decir, que ya no sean visitas en vivo sino por Internet.
Imagínense llenar este lugar de cosas de arte barrocas, no hay el dinero en el país para poder generar acervo, este museo son paredes, no hay acervo, paredes”, dijo el gobernador en esa ocasión.
Al inicio de la administración, el entonces secretario de Cultura, Julio Glockner Rossainz pretendió relanzar el recinto con un nuevo proyecto que consistió en exhibir lucha libre en el estacionamiento, que fuera un espacio para los poblanos, pero fracasó.
Actualmente, el gobernador tiene en mente un proyecto para modernizar el MIB, como colocar equipos tecnológicos para exhibir obras de arte en pantallas electrónicas que puedan funcionar para que los visitantes interactúen.
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