“Mami, me hicieron una jugada, ayúdame, porque me drogaron y ahora dicen que yo soy el que planeó toda la fuga de ‘El Pirulí’, yo iba a comprar cuadros, ¿tú crees mami que por 500 pesos voy a perder mi libertad?”.
Fue lo último que Alfonso Hernández de 45 años de edad le contó a su mamá, Lilia Gómez, nueve días después de que fuera detenido el 6 de junio pasado, acusado de haber ayudado a Felipe Hernández Tlatelpa, ‘El Pirulí’, a escaparse del Cereso de San Miguel.
Para las autoridades, este hombre es el “medio hermano” del peligroso reo porque en la entrada del penal lo registraron como Antonio Díaz Palacios.
Sin embargo, se trata de un franelero que fue reclutado por una mujer en inmediaciones del Mercado La Libertad con la oferta de acompañarla a recoger artesanías de la cárcel a cambio de 500 pesos ese domingo 6 de junio.
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La historia
Todo empezó al menos 15 días antes de la fuga. Es decir, a mediados de mayo aproximadamente, cuando una mujer se acercó al franelero, sin conocerse, para ofrecerle un “trabajito”.
La propuesta fue llegar a las 8:00 de la mañana al penal de San Miguel para sacar unos cuadros, pero Alfonso Hernández le contestó en primera instancia que no porque no tenía credencial de elector.
Ella, muy segura le dijo que eso no era problema porque con darle “para el refresco” a los custodios, lo podían dejar pasar sin problemas.
Por la necesidad económica, Alfonso aceptó, pues eran 500 pesos por dos horas.
Todo esto se lo contó a su mamá Lilia Gómez.
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El día de la fuga
Llegó el 6 de junio. Alfonso Hernández Gómez le prometió a su mamá que regresaría a las 12:00 del día por muy tardado para seguir trabajando en el mercado.
Se puso sus tenis blancos, una careta, un pantalón de mezclilla azul, una playera roja y una gorra roja con blanco, pues la mujer que lo contrató le pidió que así se fuera vestido.
“Yo le dije a mi hijo que si no sería peligroso, pero él me dijo que no, porque solo era ir a traer cuadros y se animó a ir con esta muchacha porque los días han estado con lluvias y ahorita no hay lavadas de carros y está muy bajo el trabajo ahí en el mercado y por eso dijo que un dinerito no le caía mal”, contó Lilia a MTPNoticias.
Ese día, Alfonso no regresó a casa y su mamá estaba muy preocupada porque él jamás falta a dormir, por lo que ella le marcó varias veces, pero no contestó, le mandaba a buzón.
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Al día siguiente, ella lo buscó por todas las procuradurías, al Cereso de Cholula, a la Cruz Roja, en el Hospital del Norte y Locatel, sin resultados.
Nueve días después, un abogado de oficio le habló a Lilia Gómez para informarle que su hijo estaba detenido en Agua Santa y le permitió hablar con él por cinco minutos.
“Lo drogaron y le quitaron la ropa”
En la conversación, el franelero narró a su mamá lo que vivió adentro del penal.
Según esa narración, él le preguntó a la mujer con la que fue sobre la mercancía, pero de última hora, ella le dijo que en realidad iban a ver a su hermano, el Pirulí.
Le ofrecieron un vaso de refresco y de ahí, ya no supo nada.
Cuando despertó, estaba desnudo, le habían quitado la ropa y estaba amarrado. Supo después que el delincuente escapó vestido como él en la puerta principal del Cereso.
Ante el hecho, le hicieron una prueba de antidoping, pero la sangre salió limpia.
“Eso es una vil mentira, porque mi hijo era más drogadicto antes, pero ahora ya nada más se toma su pastilla diaria para no convulsionarse, entonces a fuerza le tuvo que haber salido su sangre con esa medicina, entonces ¿por qué dicen que su sangre salió que nunca lo drogaron? Ahí están mintiendo y si no llevó credencial, ¿por qué lo dejaron entrar?”, cuestiona la mamá de Alfonso.
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Golpeado para incriminarse
Según ella, han golpeado muy fuerte a su hijo para incriminarse y no defenderse en las audiencias.
Hizo un llamado a las autoridades para investigar mejor y no presentar a Alfonso como medio hermano de ‘El Pirulí’ porque no es así.
Además, la señora está preocupada porque Alfonso era su único sustento.
“Yo no tengo trabajo y ya no me quieren contratar porque soy de la tercera edad, yo estaba atenida a mi hijo, él era el que me estaba ayudando de hecho fui a pedir dinero para poder comer, para ir a verlo a Tepexi porque ahí se lo llevaron y llevarle una chamarra porque dijo que hace mucho frío”, lamentó doña Lilia.
Por Mitzi Pulido Tzompa/ @Mitzi_Pulido
