teatro del pueblo
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Cómo estaremos en Puebla que ahora por solicitarle a un servidor público una explicación sobre la compra de autos de lujo en tan solo un año de administración, ya es violencia política de género.

 

Mucho hemos leído durante el último mes sobre la salida de Yasmín Flores del Ayuntamiento de Puebla y de su denuncia por violencia política de género que presentó en contra de la presidenta Claudia Rivera.

 

Hasta ahora solo se ha contado su ‘verdad’, replicada en decenas de publicaciones en medios digitales e impresos.

 

Los motivos difundidos por la propia excoordinadora de la Consejería Jurídica del gobierno municipal es que la obligaron a renunciar al inconformarse por su sueldo inferior al de sus compañeros varones, además de una supuesta persecución en la calle.

 

En Contraloría Municipal hay otra verdad que se está investigando y cuyo proceso se agotará por etapas y conforme a ley y que no se litiga en medios de comunicación como la abogada lo está haciendo.

 

No solo no ha dado a conocer que recientemente un Juez desechó un primer recurso como parte de la carpeta de investigación 1476/2020, por la denuncia que presentó ante la Fiscalía General del Estado, sino que no ha contado cosas que no le convienen.

 

No ha dicho por ejemplo, que de 2018 cuando inició el gobierno municipal a julio de 2020 nadie bloqueó su crecimiento profesional, al escalar y pasar por diferentes cargos públicos en el área de Presidencia, hasta llegar a la Consejería Jurídica.

 

Tampoco dijo que su sueldo creció y llegó a casi 48 mil pesos, claro con los descuentos de los impuestos.

 

Muchos menos le dijo a nadie que su chofer durante casi dos años como servidora pública, es su pareja, un claro caso de nepotismo.

 

Y ni a la Fiscalía ni a la Comisión de Derechos Humanos dijo nada sobre sus declaraciones patrimoniales.

 

Cuando Claudia Rivera la invitó a trabajar en 2018, la excoordinadora reportó ser socia de una empresa que declaró en ceros ante las autoridades fiscales, además de no tener ingresos económicos.

 

Ah pero en la declaración de 2019, además de seguir siendo socia de la misma empresa que otra vez se reportó en ceros, documentó ser la dueña de seis autos de lujo con un valor superior a los 2 millones de pesos.

 

De un año a otro y con un salario mensual de 40 mil pesos en promedio ¿De dónde salió para los carritos?

 

Curiosamente, su pareja también se hizo de otro tanto igual o más de vehículos de lujo de diferentes marcas.

 

A la exservidora le faltó aclarar si los carritos se compraron con la herencia de algún familiar o si se adquirieron con el sudor de su frente.

 

Además de eso hubo publicaciones en redes sociales para hacer alarde sobre una propiedad.

 

Cuando esta información llegó a oídos de su jefa, la citó para exigirle una explicación y al no haber una respuesta concisa y veraz, obvio le solicitaron su renuncia.

 

Ahora es la verdad de Yasmín, contra la verdad que se cuenta sobre su desempeño en la administración municipal.

 

De forma paralela transcurren las investigaciones, por un lado la que Yasmín presentó contra Claudia Rivera y, por otra, la que se desahoga en Contraloría sobre el crecimiento de su patrimonio en un corto plazo.

 

Muy pronto estarán los resultados y se conocerá la realidad sobre su salida en el gobierno municipal.

 

Por Iván Tirzo/ @TirzoIvan

Foto: google maps

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Ivan Tirzo

Iván TirzoReportero y Columnista

Iván Tirzo Reportero desde el año 2001. Autor de la columna Golpe Bajo. Ha colaborado en diversos medios de comunicación como El Sol de Puebla, Milenio Puebla y Televisa Puebla. En estos últimos dos,...