Desde muy chiquito, durmiendo en su cama, Javier López Díaz soñaba con los micrófonos, soñaba con hacer radio. Sin embargo, a la hora de estudiar optó por la Psicología, pero más tarde, el destino lo llevó a ser reportero, iniciando en La Voz de Puebla y El Sol de Puebla para después tener la oportunidad de trabajar con Enrique Montero Ponce en la radio.
Ahí inició su travesía hasta convertirse en el rey de la radio, el ‘rey del rating‘ en Cinco Radio. Hoy martes primero de diciembre cumpliría 33 años al aire con su programa ‘Buenos Días con Javier López Díaz’ pero ya no alcanzó a llegar, pues falleció el 23 de noviembre pasado por un paro cardiaco fulminante.
Una semana después de su muerte, la empresa en donde trabajó tres décadas, le rindió un homenaje en el estacionamiento de la radiodifusora, mismo que se abrió al público, a donde acudieron a despedirlo sus radioescuchas.
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Desde este lugar, su esposa Guadalupe Montealban explicó a los presentes el porqué se le realizó un funeral discreto. Él así lo quiso, pues en vida pidió que cuando llegara la hora de su muerte, a su entierro solo se permitiera la asistencia de sus familiares y amigos más cercanos. Y así se hizo.
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En su remembranza, Lupita –como la conocen – narró que este hombre que nació el 22 de febrero de 1961, era de signo Piscis. Javier López Díaz era un “un pescadito que andaba en el agua, tranquilo, sin hacerle daño a nadie. Hermoso, fluyendo con el mar, con el río, con el agua”.
Su animal favorito era el búfalo, porque este animal es fuerte y grande, dijo. Consideró que Javier era así, como un búfalo a la hora de defender los suyos.
“Era como un pescadito sencillo que no le hacía daño a nadie pero que era trabajador, pero también un búfalo que defendía a los suyos, que lo hacía fuerte , y un remolcador que jaló a todos los integrantes de su equipo”.
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Ante los radioescuchas más fieles que acudieron a despedirlo, de la señora Coral Castillo de Cañedo, e integrantes del equipo que formó, Lupita pidió a todos que en honor a Javier López Díaz se siga ayudando a la gente como él lo hacía desde su espacio radiofónico.
“Entonces, mi súplica es a que devolvamos este amor a donde tiene que ir, que es al padre. Tenemos que ser agradecidos con lo que nos dio, nos dio la oportunidad de tenerlo, de conocerlo, de vivir con él, de escucharlo, de saber qué pensaba, de tener una estrategia laboral para escuchar a las personas”.
También compartió que cuando él hacía una obra de bien y alguien le daba las gracias, decía: “a mí no me den las gracias porque solo suyo (de Dios) es el reino, suyo el poder y suya la gloria”, y pidió a todos los dolientes a quedarse tranquilos porque Javier López Díaz ya descansa en paz.
“No habrá otro Javier López Díaz”
En su intervención, la dueña de Cinco Radio, aseguró que su fallecido director de noticias preparó a su equipo para continuar con el reto de mantenerse en el primer lugar de los más escuchados. Dio a conocer que la forma en la que encontraron de recordarlo con cariño en cada hogar es a través de un arbolito pequeño que les fue regalado a los asistentes.
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Al término del homenaje, se sembró un árbol en la explanada de la estación como una forma de recordar al “licenciado” cada que sea regado, y así se pidió a las personas que acudieron quienes también hicieron uso de la palabra para contar una anécdota.
Una señora de nombre María Isabel Morales Sánchez acudió con un pedazo de periódico que recortó su mamá Rosa Sánchez Arenas cuando se casó Javier López Díaz, como una forma de demostrar que en la familia son fans del ‘rey del rating’.
Incluso compartió con MTPNoticias que su mamá le dice de broma que su papá es Javier López Díaz y hoy lamenta que ya no está, pues él era la compañía de la viejita desde las 5:30 hasta a las 10 de la mañana.
Durante la ceremonia, un señor conocido como Juan Diego llevó una paloma de paz para soltarla tras dedicarle unas palabras y cerrar con un “¡Viva López Díaz en la gloria eterna!” . Los seguidores del comunicólogo lo vitorearon y aplaudieron en esta despedida sin cuerpo presente, solo con su fotografía gigante de fondo.
Foto. Agencia EsImagen
