El bebé encontrado el pasado lunes 10 de enero al interior del penal de San Miguel, en Puebla, llevaba consigo una banda de hospital con sus apellidos ‘Ayala Peralta’ y presuntamente habría sido robado de un anfiteatro de la Ciudad de México.
Según fuentes extraoficiales, durante las diligencias que realizaron peritos y agentes ministeriales, se anotó que el pequeño tenía una cinta con sus apellidos, también se encuentra la cama y además un documento que indicaba que estuvo internado en un hospital foráneo.
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Los datos que tiene, hasta el momento, la Fiscalía es que el bebé murió el día 5 de enero del 2022, presentaba una sutura en el estómago, debido a una cirugía de apéndice. La causa de su muerte habría sido asfixia y el cronotanatodiagnóstico arrojó que murió alrededor de las ocho de la mañana.
Existe la hipótesis de que el menor fue sustraído de una morgue, ya que a pesar de ser encontrado días después de su muerte, presentaba un nivel de conservación bueno, y que de algún modo fue trasladado e ingresado a este centro penitenciario.
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Hasta el momento la Fiscalía General del Estado (FGE), no ha señalado a algún responsable, pero ya están tras las pistas de los responsables, para responder las incognitas de ¿quién ingresó al niño al penal?, ¿quiénes son los padres del bebé?, ¿por qué la cirugía?, este caso ya se volvió un tema nacional, en el que ya intervino la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
