No todo lo que sucedió el pasado sábado 5 de marzo en el Estadio La Corregidora de Querétaro fue violencia en las gradas, hubo gente que realizó buenas acciones por aficionados de Atlas, uno de ellos fue el caso Beto Valdivia.
A través de redes sociales compartió lo que vivió en el estadio y cómo, un señor de la tercera edad y su hijo, le ayudaron a él y su esposa a salir del estadio sin que les pasara nada al darles sus playeras.
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Beto comienza a narrar que se encontraba todo en calma, aprovechó para tomarse una selfie con su esposa, mientras comentaban el buen ambiente familiar que se vivía, de los mejores partidos que había presenciado, cuando en minutos todo cambió.
“Notábamos peleas en diferentes sectores del estadio, sin ningún personal de seguridad que se acercara a separarlos!! Volteando hacia la barra de gallos veíamos cómo empezaba a moverse una masa hacia los pasillos al no poder cruzarse por las butacas; en ese momento supe que ya estábamos en alto riesgo”, escribió.
Posteriormente vio cómo todos los aficionados de Atlas comenzaron a saltar hacia el campo de juego para resguardarse y en ese momento, para Beto solo pasaron dos cosas, brincar a la cancha o buscar ayuda con la gente de Querétaro y contó que no se le olvidarán los jóvenes, mujeres, niños y adultos mayores pidiendo ayuda.
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“Mi esposa ya no se podía contener y quería que saliéramos corriendo de ahí!! Yo sabia que ya no era seguro nada, pero salir a los pasillos era lo peor, comenzamos a subir las escaleras más por la presión de los gritos de la gente que por nuestra voluntad. Afortunadamente antes de salir al pasillo una persona de Querétaro nos frenó y dijo: No salgan! Quítense ya sus playeras! A la par un grupo de personas nos rodearon cubriéndonos”, compartió Beto Valdivia.
Un aficionado de Querétaro le dio una playera a su esposa, y aunque a él no le importaba salir sin playera, su esposa pedía desesperada que le dieran algo. Fue así que encontró a un señor de la tercera edad, quien estaba con su hijo, que les ofreció ayuda para salir, además de darle una sudadera para que no lo golpearan.
El camino a su automóvil fue eterno, ya que presenciaron como había mucha gente inconsciente en el suelo, afortunadamente lograron llegar a un puesto acompañado de las personas que los ayudaron a salir para poder comprar una playera, poco después lograron llegar a su vehículo y presenciaron cómo los de la barra de los Gallos de Querétaro llevaban unos tubos que usarían como “armas”.
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“Armas indescriptibles una especie de tubos rodeados con cadenas (imposible que las hayan hecho en ese momento, ya lo tenían preparado); las arrastraban en el pavimento para que rechinaran causando aún más terror. Solo tomé de la mano a mi esposa y le dije entre labios disimula ya casi llegamos, sin inmutarnos ni agachar la cabeza pasamos a medio metro de ellos, logrando salir ilesos.”, concluyó.
Pidió justicia por todas las personas que resultaron lesionadas y que se detenga a los responsables, además que no puede creer que no haya personas que fallecieron en el lugar.