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12 PUEBLOS MÁGICOS (SEMANA SANTA)

Todos seguimos recordando el terrible caso del feminicidio de Cecilia Monzón. Asesinatos como el de ella invitan a la reflexión, análisis y a la urgente actuación con perspectiva de género y la empatía en favor de muchos niños que ante el estado de orfandad en el que quedan son doblemente revictimizados.

La búsqueda por erradicar la violencia sigue siendo una alta prioridad desde La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará, lugar donde se adoptó en 1994 y los estados americanos participantes en ella proponen:

“por primera vez el desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los derechos de las mujeres como fundamentales para luchar contra el fenómeno de la violencia contra su integridad física, sexual y psicológica, tanto en el ámbito público como en el privado, y su reivindicación dentro de la sociedad” (OEA).

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A partir ese momento, la lucha en favor de los derechos de las mujeres se ha intensificado, se han sentado las bases donde la fuerte voz de las colectivas es la que busca garantizar sus derechos en favor de una la vida libre de violencia.

Los intentos en favor de esta lucha han sido muchos, pero aún no podemos hablar de victorias; si bien es cierto que, se incorporó el delito de feminicidio en el código penal, las reformas legislativas que se hicieron poco impacto positivo tuvieron en la disminución de los índices de violencia hacia nosotras, simplemente los números que presentan las colectivas feministas invitan a una reflexión profunda y por supuesto las autoridades una vez aprobadas las nuevas leyes deberían implementar acciones para la puesta en marcha de manera pronta, expedita y con perspectiva de género.

¿Qué pasa con los derechos de los niños?

Si bien es cierto que es doloroso cualquier pérdida sea de una hija, hermana, amiga o sobrina, para un hijo debe ser en verdad terrible quedar en la orfandad y peor aún que tu familiar o tu padre haya sido el asesino.

Este escenario se vuelve digno de reflexión y analisis, pues no sólo involucra el sentimiento traumático de la pérdida de una mujer querida, sino que, a partir de este cobarde hecho, los hijos se vuelven víctimas indirectas y se encuentran en incertidumbre jurídica.

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El feminicidio de Cecilia inspiró la propuesta de la Ley Monzón, que será votada en el pleno durante el mes de septiembre, iniciativa propuesta por la diputada Mónica Silva que impulsa

“la modificación de los códigos Penal y Civil y plantea suspender la patria potestad de los menores cuyo padre esté vinculado a proceso por un feminicidio o intento de feminicidio. Y de confirmarse dicha sentencia, la retirada definitiva de ese derecho”.

Recordemos que ha sido una alta prioridad velar por los derechos de los niños y que en el Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia del 30 de septiembre de 1990 se afirmó que

“No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana”.

Y que en su artículo 3 cita que

“Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas” (el subrayado es mío).

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Así como en el artículo 9 inciso 1 menciona que

“Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño” (el subrayado es mío).

Así, con la fuerza que dará la Ley Monzón, la patria potestad será retirada a los feminicidas o a quienes hayan incurrido en tentativa de feminicidio así como la pena de ocho años a los funcionarios que sean omisos o entorpezcan la investigación .

Sin duda alguna, con la aprobación de la propuesta liberará a la infancia de un ambiente de violencia.

¡Enhorabuena!

Por: Mayra Sánchez García

@mayrusmayrus7
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LA VILLA
Mayra Sanchez

Mayra Sánchez

Académica, feminista, escritora, ensayista, apasionada por la literatura universal, defensora de los derechos humanos. Es autora de numerosos artículos sobre género, violencia vicaria, democracia y...