Si la presidenta de Atlixco, Ariadna Ayala pretende hacer un buen trabajo, empezando por reactivar el turismo en el municipio, no debe permitir más la zona de tolerancia para el sexoservicio que dejó su antecesor Guillermo Velázquez a dos cuadras de la presidencia.
Y es que se dice que, son unas 30 las mujeres que abarrotan las calles, tan solo a dos cuadras del Zócalo y según quienes gustan de acudir a Atlixco, para nada se da una buena imagen con las prostitutas casi en la presidencia municipal.
Ya se volvió costumbre verlas aquí los jueves, viernes y sábados, pues según las malas lenguas, esto se volvió un negocio para la pasada administración por eso lo permitía, pero aquí la pregunta es si Ariadna Ayala continúa con el negocio que representan las sexoservidoras y por eso no las ha quitado.
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Estas mujeres despachan desde las 14:00 horas en las principales calles del centro de Atlixco, por eso el extrañamiento cómo una gobernante de la cuarta transformación permite esto a sabiendas que las sexoservidoras son extorsionadas por los funcionarios municipales.
Ya veremos el actuar de la alcaldesa si cruzará estas calles sin voltear a ver a estas mujeres y hacer como que no pasa nada o mandará a “limpiar” las vialidades y sumar a su estrategia de reactivar la economía del municipio.
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Sería un grave error si el presidente de Puebla capital, Eduardo Rivera Pérez no denuncia a su antecesora Claudia Rivera Vivanco por las presuntas anomalías que le encuentre, empezando por el déficit financiero por 21.6 millones de pesos que ha denunciado, pues mandaría un mal mensaje de combate a la corrupción.
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Además, es su obligación dar cuenta a la Fiscalía de Puebla así como a la Auditoría Superior del Estado sobre las irregularidades que encuentre en la entrega-recepción.
Los Reporteros
