Se dice que… El rechazo a los estados financieros correspondientes a agosto de Norma Layón por siete regidores, incluidos los de su partido, Morena, es sólo el inicio de un cabildazo que le preparan para destituirla del cargo.
Y es que la presidenta tienen varios frentes abiertos desde los tianguistas que no se dieron cuenta que, al votar por Morena en la elección del 2018, también la elegían a ella hasta el gobernador Miguel Barbosa que la considera inoperante.
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Como muestra de la desconfianza que hay hacia Layón está el hecho de que no tuvo su primer grito de independencia, pues el estado prefirió cancelar ese acto protocolario antes de permitir que se saliera aún más de control.
Y es que la alcaldesa es una soberbia que encara en público, tanto a reporteros, como a quienes no utilizan cascos, pero no le gusta que se lo hagan.
Recordarán que en una ocasión, con la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador al municipio, Norma Layón fue la única abucheada.
El gobernador ve en ella un ente detonador de conflictos sociales, pues lejos de solucionarlos, los hace más grande.
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Y por si fuera poco, se la pasa en los restaurantes de Puebla con su pareja, mientras el municipio arde en demandas e inseguridad, pues es una zona roja por robo de gasolina.
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En la misma situación está Felipe Patjane a quien tiene la mayoría de sus regidores, pero en contra, con la venia para quitarlos del cargo.
Cuentan los que saben que es solo cuestión de tiempo para que Norma Layón y Patjane caigan en sus propias trampas por no saber gobernar sus ciudades, que están entre las más importantes.
