Morena y el PT necesitan de los votos del PRI para aprobar en la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los votos de los legisladores del PRI valen miles de millones. En otras palabras, equivalen al poder político del Estado de México, la entidad con más votantes en el país.
Si los priistas votan a favor de la reforma electoral de AMLO, el PRI se dará un balazo en el pie, o lo que es peor: maquilará su ataúd en el Estado de México, donde gobierna desde hace casi 100 años.
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Votar a favor de la reforma electoral equivale a entregar por anticipado el último bastión priista. Votar en contra, no significa que aseguran el triunfo en el Estado de México, donde habrá elecciones a gobernador en agosto de 2023.
Morena gobierna 22 estados en el país y va por esta entidad, de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
El presidente necesita una jugada que le permita quedarse con el Estado de México y conseguir la aprobación de la reforma electoral.
¿Cómo? Solo él lo tiene claro y depende solo del presidente, porque ni su coordinador de diputados de Morena en la Cámara, Ignacio Mier, tiene capacidad para conseguir los votos del PRI.
La estrategia puede ser apretar más las tuercas a Alejando ‘Alito’ Moreno, líder nacional del PRI, con más audio escándalos, como aquellos que lo doblaron hace unos meses, cuando entregó los votos de un grupo de diputados federales del PRI, para que Morena aprobara sacar más años a la Guardia Nacional a las calles en México.
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La iniciativa del presidente es que los comicios en el Estado de México y en Coahuila, en 2023, los organice el Instituto Nacional de Elecciones, el cual vendría a sustituir al Instituto Nacional Electoral.
Por eso es que apenas se vienen los jaloneos con la discusión de la reforma electoral en la Cámara de Diputados.
En el ambiente político nacional, algunos morenistas verían bien que el presidente negocie el Estado de México con el PRI, para que este partido político apoye la reforma electoral, una promesa de campaña del presidente.
Pero son más los morenistas que consideran que no se debe negociar el Estado de México, cuando Morena tiene amplias posibilidades de ganar las elecciones con Delfina Gómez.
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Aun cuando el PRI anunció su alianza con el PAN y el PRD por la gubernatura en esta entidad, todo puede pasar.
En política, las traiciones están a la orden del día. Ya veremos si algún priista es el anzuelo, para que Morena saque la reforma electoral en la Cámara de Diputados.