Repetir el esquema crediticio que usó en su primer periodo como alcalde (2011-2014), es seriamente analizado por el edil electo Eduardo Rivera Pérez para su segundo lapso para el cual fue votado (2021-2024).
El panista espera a que rindan protesta los diputados de la LXI Legislatura del Congreso Local para cabildear un endeudamiento para el municipio de Puebla.
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No pierdan de vista el dato, la petición puede ser hasta por 450 millones de pesos y de ahí bajarse hasta donde sea posible negociarlo con los dos bloques mayoritarios en el nuevo Congreso: el de Morena y del PAN.
No por nada el edil electo comenzó a moverse para entablar buena relación con los diputados, primeramente por los distritos de la capital poblana.
Como sucedió este 27 de agosto en un encuentro privado con los diputados electos Nora Merino Escamilla, por el distrito 10; Arianna González García, por el distrito 11; Iván Herrera Villa Gómez 19; y Antonio López Ruiz, por el distrito 20, encabezados por el coordinador del bloque parlamentario de Morena, Sergio Salomón Céspedes.
El objetivo de la deuda se debe al cochinero financiero que le va a heredar la presidenta Claudia Rivera, quien en los últimos dos meses su administración aprobó ampliaciones financieras por más de 800 millones, en compras de pánico, a fin de dejar poco dinero en caja al nuevo gobierno municipal.
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A diferencia de Claudia Rivera que nunca tuvo un plan y que la ley la obligó a pagar los pasivos, en este caso la deuda de 480 millones que el municipio arrastraba desde hace década y media; Eduardo Rivera sí tiene un plan.
El panista desea arrancar con un amplio paquete de obras, varios proyectos en conjunto con la administración del gobernador Miguel Barbosa y otros más por cuenta propia.
El edil electo sabe de los tiempos, pues después de rendir protesta el próximo 15 de octubre, deberá esperar casi hasta abril de 2022 cuando haya recursos suficientes en Tesorería Municipal para operar.
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Para eso ya habrán transcurrido seis meses, una sexta parte de su gobierno y lo que el pretende es ganar tiempo.
Para eso es la deuda, para comenzar con la obra pública desde el inicio de su gestión.
Quiere ser el alcalde de la obra pública en la ciudad de Puebla, para ganar puntos y mejorar su aceptación entre los poblanos, con la intención de posicionarse hacia el 2024, en busca de la gubernatura.
En 2011 en su primer periodo como edil de Puebla su gobierno solicitó una deuda por 200 millones de pesos, cantidad que según él, en su último informe de gobierno en febrero de 2014, pagó la totalidad del crédito.
Lo mismo quiere hacer esta vez, echar mano de un crédito para pagarlo en tres años o al menos cubrir una gran parte de esa cantidad.
Hoy el municipio está en condiciones financieras de pedir un monto de 450 millones a cualquier banco, a diferencia de hace 10 años cuando pidió 200 millones y la deuda que le heredaron era de 600 millones.
No hay que perder de vista sus próximos encuentros con los nuevos diputados de Morena y del PAN.
Por ahora parece más amigable con los de Morena, pero a los del PAN y a él les conviene hacer equipo si quieren mirar hacia el 2024.
