No solo fueron por los millones, también fueron por los centavos y pesos en la BUAP. La corrupción y la robadera estuvo presente en todos los niveles y rangos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el exrector Alfonso Esparza.
El reportaje que este 31 de octubre se publica en MTPNoticias, sobre las observaciones que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo a la BUAP, en cuanto a que en la nómina había muertos cobrando puntualmente sus salarios, reflejan el nivel de podredumbre en el reciente pasado.
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Una institución que recibió casi 7 mil millones de pesos de recursos federales y estatales el año pasado, donde hay un mundo de trabajadores administrativos, quienes revisan con lupa cada movimiento. ¿Apoco no se dieron cuenta que había 48 jubilados y trabajadores muertos en el rubro de Servicios Personales?
Estos mismos ¿apoco tampoco se dieron cuenta que 120 trabajadores tienen mal sus claves CURP y RFC, o que no están registrados ante el SAT?
Si quien entra a trabajar ahí o es proveedor o contratista, le revisan hasta las amígdalas, y hasta con lupa inspeccionan la documentación.
En conclusión, mientras Esparza se ocupaba en la red de lavado a través del uso de empresas fantasma, para desviar millones de pesos, como en MTPNoticias se ha documentado, y que ha derivado en la detención de prestanombres; hubo empleados que buscaban la forma de desviar unos cuantos miles de pesos.
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Qué mejor manera que seguir pagando sueldos y pensiones a los muertos. Según que no se dieron cuenta, pero la ASF observó que los nombres de las personas fallecidas estaban en los registros de la Secretaría de Salud.
Afortunadamente el órgano interno de la BUAP ordenó una investigación, para identificar a los implicados en estas malas prácticas.
Los universitarios y ciudadanos quieren conocer los nombres de estos tipos que aprendieron de su sensei. No importaban las cantidades, al final de cuentas todos querían exprimir a la institución educativa.
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No se crean, no todos los corruptos se han ido, hay muchos que siguen incrustados, pero poco a poco se irán o los echarán.
Donde falta una limpia completa es en las farmacias Fleming y en el hospital universitario. Ahí tienen mucho que encontrar a los herederos de varios exrectores que usaron las áreas de la salud para enriquecerse.
No se pierdan el reportaje de hoy de los muertos, publicado en MTPNoticias: Alfonso Esparza “pagaba” hasta a los muertos en la BUAP, detecta ASF.
