Cuando me preguntan ¿qué caso es peor, el de Mario Marín o el de Saúl Huerta Corona?, mi respuesta es que, tan grotesco es uno como otro.
Mario Marín fue escándalo nacional gracias a las grabaciones de una de sus conversaciones con el ‘Rey de la Mezclilla’, Kamel Nacif, en la que se evidenció que dio órdenes para detener a ‘esa vieja cabrona’, en referencia a la periodista Lydia Cacho.
Si bien el exgobernador de Puebla está preso en una cárcel en Cancún, Quintana Roo, por el delito de tortura, por la captura de la también autora del libro ‘Los Demonios del Edén’, el origen de todo es la protección a empresarios pederastas como Jean Succar Kuri.
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El detener a Lydia Cacho, quien exhibió la red de pederastas, lo hizo cómplice de estos degenerados que abusaban sexualmente de niños en el caribe mexicano.
En el caso de Saúl Huerta Corona, fue detenido infraganti por unas horas tras ser acusado de abuso sexual contra un menor de 15 años de edad en un hotel de la zona rosa de la Ciudad de México.
Ojalá y no en unos meses nos enteremos que, en lugar de ser llevado a juicio, el diputado federal poblano sea absuelto de toda culpa por esta violación contra un menor de edad.
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No olvidemos que hoy en México gobierna Morena tanto a nivel federal, como en la Ciudad de México en donde se iniciaron las investigaciones contra el diputado, además que el partido tiene mayoría en la Cámara de Diputados y senadores.
Ojalá y el presidente Andrés Manuel López Obrador diga la verdad respecto a que no habrá impunidad, que el poder político y económico no ganarán en este caso.
Sobre todo, después de escuchar de viva voz por parte de la víctima en torno a cómo ocurrieron los hechos. Según la entrevista que dio a Imagen Televisión, sí hubo penetración, delito penado en el Código Penal de la Ciudad de México hasta con 15 años de prisión.
Esperemos que Saúl Huerta no se salga con la suya en lograr sobornar a la familia para ya no seguir con la denuncia, pues desde los primeros minutos que se vio en problemas, les ofreció 200 mil pesos y demás dádivas para perdonarlo.
A estas alturas todo parece que será desaforado, o al menos eso queremos creer ya con el hecho de que le quitaron la candidatura para evitar que siga como legislador tres años más y con la garantía de López Obrador en que no se protegerá a delincuentes como a Saúl Huerta.