Elvia Cruz/ @cruz_elvia
Evitó nombrarlo como su esposo pero eso no quita que lo sea.
Martha Erika Alonso se refirió a su marido, Rafael Moreno Valle como el coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República durante su primer discurso como gobernadora de Puebla el viernes 14 de diciembre.
Él estaba en primera fila en el Auditorio de la Reforma y orgulloso se levantó en medio de ovaciones cuando fue nombrado. Al fin y al cabo es el jefe político del grupo: el morenovallismo.
Ella ha reiterado una y otra vez que tiene una carrera propia, que no los metan en el mismo costal y que será la única que lleve el mando en su sexenio. Nadie más.
La duda es, ¿cómo le hará la gobernadora para que los poblanos se convenzan de que atrás de su gobierno no estará Moreno Valle?
Ahora que Luis Miguel Barbosa se ha autonombrado como “gobernador legítimo” y comenzará a recorrer los 217 municipios que conforman la entidad –cosas que no hizo en campaña– se encargará junto con sus operadores políticas en sembrar en el imaginario colectivo que es el exgobernador panista quien repite en la gubernatura.
¡Vaya reto el que tiene Martha Erika!
Quitarse de encima la sombra de Moreno Valle se ve complicado, más si tomamos en cuenta que no encontró otros perfiles para conformar su gabinete legal y ampliado más que a colaboradores del exgobernador (2011-2017).
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Aunque Alonso evitó integrar a perfiles ampliamente identificados con su esposo como los exdiputados locales Patricia Leal Islas y Jorge Aguilar Chedraui, sí recicló a otros que fueron funcionarios en el sexenio de Moreno Valle y que fueron principales beneficiarios de ese mandato como el expresidente municipal de la capital, Luis Banck Serrato.
Quizá cumplir la promesa que hizo en su discurso, revocar la concesión del servicio del agua a la empresa Agua de Puebla para Todos, sino mejora tarifas y operación en sus primeros 100 días de gobierno sea el primer paso.
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La presidente municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco puso en su lugar este lunes al presidente de la mesa directiva en el Congreso local, José Juan Espinosa Torres al recordarle que ella está haciendo gobierno y por eso se comporta de manera institucional con Martha Erika y no está haciendo campaña rumbo a otro cargo público.
Espinosa Torres ha demostrado que no tiene llenadera, pues mientras Rivera Vivanco se ocupa en tejer las relaciones necesarias para lograr un buen mandato, él ya está pensando en la elección del 2024, aunque ha jurado lealtad a Barbosa y asegura apoyarlo para que repita como candidato a gobernador.
La frustración de Espinosa Torres es que no ha podido desestabilizar el gobierno de la morenista para autonombrarse como su sustituto en la alcaldía. Cada día se queda más solo, se pelea con todo mundo y la mayoría de sus compañeros ya lo ven como un perfil que no abona a la unidad.
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