Sin concluir su primaria, Clara enfrentará el mayor reto de su vida al convertirse en mamá a los 9 años de edad, su bebé es resultado de experimentar su sexualidad a destiempo.
Con el rechazo de su familia, la niña tuvo que dejar su casa y encontrar que en el mundo aún existe gente preocupada por apoyar a las mujeres en situaciones de alta vulnerabilidad.
VIFAC es una asociación civil que promueve la vida y ayuda a las futuras madres a encontrar opciones de autosuficiencia económica.
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En esta casa de asistencia habita otra menor de edad de tan solo 14 años. Valeria sostuvo su primera relación sexual por curiosidad y sin protección; el resultado fue un bebé inesperado.
La estudiante de segundo año de secundaria también fue expulsada de su casa y en la desesperación pensó en abortar o dar al bebé en adopción, no obstante hoy carga a su hijo con un enfoque diferente de la vida.
Ambos casos forman parte de otros 94 más que atiende la asociación con ayuda de donantes particulares y venta de bazares para la manutención de niñas y adolescentes embarazadas, informó la directora de asistencia de VIFAC, Ana María Pérez.
Actualmente en la casa -cuyo domicilio se mantiene en bajo perfil – habitan ocho jóvenes que son capacitadas en la elaboracion de bisutería y otros oficios, indicó Karla Becerra, encargada de difusión de la AC.
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Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social revelan que de 16 mil 500 embarazos de mujeres jóvenes en Puebla durante 2018, el 10 por ciento tienen entre 14 y 19 años de edad.
La doctora María Elena Cruz, ginecóloga de la Unidad Médico Familiar Número 2, informó que el año pasado atendieron 318 embarazos a temprana edad, por lo que pidió a los padres orientar a sus hijos sobre los riesgos de iniciar la vida sexual en una etapa de inmadurez física, psicológica y emocional.
Crédito: Oro Noticias
Por @MTPNoticias
