Spay quedó huerfanito cuando apenas tenía unos días de haber nacido, sus dueñas le daban de comer en mamila para salvarle la vida. Se trata de uno de los dos perros que el pasado siete de junio cayeron al socavón en Santa María Zacatepec, en Juan C. Bonilla.
Fátima y Perla Ortega, de 21 y ocho años de edad, respectivamente, son hermanas y propietarias del pitbull de ocho meses de edad. Ambas suplicaron a las autoridades que dejen a los brigadistas voluntarios rescatar a su mascota y al otro perro.
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“Encontramos unos brigadistas que amablemente se ofrecieron en apoyarnos y no nos van a cobrar nada. Solo queremos que nos dejen tenerlo de regreso a nuestra casa, porque estamos muy tristes. Spay es como un amigo”, narró Fátima.
Las dos hermanas portaban pancartas e intentaron acercarse a la gente del gobierno estatal para hacerle saber su petición.
“Desde hace ocho meses lo hemos tenido, desde bebé se quedó huerfanito porque su mamá murió y nosotras le dábamos de comer en mamila para salvarlo. Es muy juguetón, realmente le encanta jugar y correr. Ese día (siete de junio) vio a otro perro y quiso jugar con él, se acercaron mucho el socavón y cayeron”, recordó Perla.
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Fátima y su pequeña hermana pidieron a la gente que está en contra del rescate de los perros que sean comprensivos, pues aseguran que no solamente se trata de dos animales, sino de dos seres vivos que merecen la oportunidad de vivir.
“Yo le pido a la gente que comprenda que merecen una oportunidad de vivir. Que son dos seres vivos y que se trató de un accidente su caída, no fue nuestra culpa”, narró Fátima.
