El gobierno de Miguel Barbosa Huerta aclaró este jueves a estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) que es la rectora Cecilia Anaya quien no ha permitido el regreso a clases presenciales, pues es ella quien tiene el control académico, administrativo y el de las cuentas bancarias.
Tras la manifestación de este día, una comitiva fue atendida por la secretaria de Gobernación, Ana Lucía Hill; el secretario de Educación (SEP), Melitón Lozano y la subsecretaria de Educación Superior, América Rosas, quienes les informaron que el Estado no tiene “tomada” la universidad, además que es ajeno al conflicto legal que existe entre el antiguo patronato, encabezado por Margarita de Jenkins, una de las prófugas de la justicia, por el desfalco a la Fundación Mary Stree Jenkins, y el nuevo, encabezado por Horacio Magaña.
“Se les precisó que es la doctora Cecilia Anaya Berríos quien ha mantenido la decisión de no reactivar la vida académica al interior de la universidad para el regreso presencial a clases”, se informó en un comunicado de prensa.
Y es que tras este encuentro, Cecilia Anaya decidió reabrir la UDLAP, así se informó a los manifestantes que acudieron este jueves a Casa Aguayo, sede del Poder Ejecutivo.
Fue el 29 de junio pasado cuando se vivió un capítulo más en Puebla, que tiene que ver con la familia Jenkins –descendientes de William– acusada de haber saqueado 720 millones de dólares de la entidad de la Fundación Mary Street Jenkins, dinero que era destinado para obras de beneficencia social en favor de los poblanos.
Desde entonces existe un pleito legal, pues la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Beneficencia Privada, reclama el regreso de ese dinero a la entidad.
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Además, durante este tiempo fue destituido Luis Ernesto Derbez, debido a una investigación que existe en su contra por los delitos de lavado de dinero, crimen organizado, entre otros.
Por @MTPNoticias / Metropolitano Puebla
