¿Te salió muñeco en la rosca y te tocaron los tamales? La opción más fácil es comprarlos con algún tamalero de tu localidad, pero si deseas hacerlos en casa y a tu gusto, aquí te presentamos una receta fácil y rápida.
Puedes organizarte con tus amigos o familiares para hacerlos. Para ahorrar tiempo compra la mayoría de los ingredientes (excepto la masa) el día anterior y ten todo a la mano para que te pongas a preparar tus tamales.
Te recomendamos que dediques unas dos horas a esta preparación y te mantengas en calma para que todo te salga como lo deseas.
En la zona metropolitana como San Pedro Cholula y San Andrés Cholula, existen molinos que ya venden la masa, que no es más que maíz molido revuelto con un poco de manteca de puerco y sal. En estos lugares también encuentras las hojas.
Ahora solo necesitas preparar tus ingredientes para rellenarlos, ya sea mole poblano, pipián rojo, salsa verde o jitomate con rajas.
Sin duda los de mole son los más laboriosos y más ricos, pero hay una opción fácil, que es comprar el mole en pasta o polvo y prepararlo en casa con agua hirviendo.
En San Pedro Cholula en el mercado Cosme del Razo o en el barrio de Jesús en Café Patjchá se vende el ‘Mole Los Ángeles’ preparado por un joven emprendedor, Julio César Laureano y familia.
Ahí podrás encontrar mole picoso, dulce y hasta una variedad de pipianes deliciosos.
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¿Qué ingredientes necesito para hacer tamales?
Con esta receta te saldrán aproximadamente 20 tamales de tamaño normal, la cantidad de relleno queda a tu consideración.
-Un kilo de masa para tamal salada
-Un manojo de hojas para tamal (hojas de mazorca, se venden en los mercados)
-Un cuarto de costilla o maciza de cerdo cortada en pequeños trozos (En lugar de la carne de puerco puede ser pechuga de pollo cocida y deshebrada).
-Medio kilo de mole almendrado Los Ángeles (revolverlo en un litro de agua caliente hasta deshacerse de los grumos y poner a cocinarlo en una cazuela con una cucharadita de aceite, hasta que hierva unos cinco minutos. Agregar sal al gusto y dejar que se enfríe).
Para los tamales de rajas necesitas:
-Un kilo de jitomate
-Dos cebollas
-Cuatro huachinangos
-Epazote
-Sal al gusto
Las verduras se lavadas y desinfectan. Las cebollas se rebanan, los huachinangos se rajan y los jitomates se pican en cuatro. Se pone a freír todo excepto el epazote, por unos cinco minutos y se deja enfriar. Se agrega sal al gusto.
Para los tamales de salsa verde:
-Medio kilo de tomate
-Medio cuarto de chilitos verdes, serranos o Tampico (la cantidad es opcional, depende de qué tan poco comas)
-Dos pesos de cilantro
-Un diente de ajo
-Agua
-Sal al gusto
Se hierven los tomates y los chiles, cuidar que no queden amarillos. Al final se muelen con cilantro, sal y un diente de ajo y se deja enfriar la salsa.
¿Te tocaron los tamales? aquí una receta fácil y rápida
Una vez que ya tengas tu relleno listo y frío, pon las hojas que necesites a remojar en un traste con agua a temperatura ambiente. En tu estufa pon la vaporera con agua (hasta donde marque la línea) a calentar a fuego lento.
Toma una hoja remojada (que no esté rota) en tu mano y pon un poco de masa. Haz un hueco enmedio y ponle el mole o jitomate o salsita verde, agrega un trozo de carne de cerdo o el pollo deshebrado.
Si son de jitomate con rajas o salsa verde, agrega una hoja o dos de epazote. Luego envuelve el tamal y colócalo en un traste y continúa hasta terminar.
Al final coloca de manera vertical los tamales en la vaporera con mucho cuidado, el lado más ancho va para abajo. Sobre éstos, pon una bolsa de plástico remojada y encima una jerga limpia remojada y coloca la tapa de la vaporera.
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Sube un poco la flama y deja que hierva. Cuando comiencen a hervir, deja pasar unos 60 minutos y saca con cuidado un tamal, deja que se enfríe unos segundos y luego revisa si ya está totalmente cocido, es decir que no estén aguados.
Si es así apágale a la vaporera y están listos para comerse con una torta de agua.
Si aún están aguados, deja que hiervan otros cinco minutos. Asegúrate de que la vaporera aún tenga agua, pues si se le acaba comenzará a quemarse y los tamales tomarán un sabor a humo.
Cuando mi abuela hacía tamales, nadie en casa tenía que enojarse, pues existe la creencia que si alguien lo hace, los tamales no se cuecen y para que lo hagan, el que se enojó debe danzar a un lado de la vaporera.
