Uriel, de 16 años de edad murió la tarde de este 12 de diciembre, tras explotarle un cohetón cerca de la oreja como parte de las festividades guadalupanos en la junta auxiliar de San Antonio Tlacamilco, municipio de Acajete, en Puebla.
El adolescente participaba en una procesión en honor a la Virgen de Guadalupe y en el camino detonaron cohetes y uno de ellos explotó cerca de él, provocando que una onda expansiva reventara su cerebro.
Tras el estallido, el menor cayó al piso. Al acercarse algunos de los que participaban en los festejos, trataron de reanimarlo sin éxito y no encontraron heridas visibles.
Paramédicos llegaron a revisar a Uriel y confirmaron que ya no tenía signos vitales, por lo que se dio parte a la Fiscalía General del Estado (FGE) para las diligencias correspondientes y el levantamiento del cadáver.
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Católicos celebran con pirotécnia a sus santos
Este 12 de diciembre se conmemoran 491 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac en la Ciudad de México.
Debido a ello, cada año en esta fecha, miles de fieles católicos la celebran con misas, peregrinaciones hasta la Basílica de Guadalupe, ferias, rosarios, serenatas, música y más.
También es común el uso de pirotécnia en los municipios para celebrar a sus santos, por lo que sin supervisión de Protección Civil o personal especializado, se hace un sinnúmero de detonaciones, algunas terminan en tragedia.
Los que detonan son hombres que en ocasiones van en estado de ebriedad y no miden la distancia entre la gente y los artefactos explosivos.
Con información de Sadit González
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