Alfredo Ramírez
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México no ha resuelto de dónde salió la bala que mató a la joven poblana Aideé Mendoza Jerónimo, al cumplirse este miércoles dos días de su asesinato en el plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM en la capital del país.
Los 10 alumnos y el maestro que tomaban una clase de matemáticas con Aideé en el salón 478 del plantel, fueron sometidos este martes a exámenes de balística. Todos salieron negativos en la prueba de rodizonato de sodio (análisis químico usado en criminología para saber si una persona disparó recientemente).
Según información de la PGJ, los compañeros y el profesor también rindieron su declaración; todos coincidieron que el pasado lunes 29 de abril escucharon un sonido “tenue” y después vieron desplomarse a Aideé.
La joven fue trasladada ese día al hospital ISSSTE de Zaragoza, donde falleció por el disparo que presuntamente recibió en el corazón.
La PGJ continúa las investigaciones para determinar el calibre de la bala y saber de dónde y quién salió la bala, la cual fue dentro del plantel del CCH, pero fuera del aula de clases 478.
Aideé quería estudiar ciencias forenses
Gilberta Mendoza, tía de la joven, comentó a medios que su sobrina anhelaba estudiar ciencias forenses y que no tenía problemas con nadie porque era muy respetuosa.
Según información de personas allegadas a Aideé, se prevé que este miércoles sea sepultada en la comunidad de Tempexquixtla, perteneciente al municipio de Huatlatlauca, Puebla, de donde es originaria.
El cuerpo fue entregado la madrugada de este 30 de abril a los familiares, pero durante ese día fue despedida en un templó mormón en la Ciudad de México.
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