Un pueblo completo paró sus labores la tarde de jueves 20 de enero para despedir a María Isabel, la niña noble y alegre a la que le arrebataron la vida tras ultrajarla al salir de casa el pasado 17 de enero en Zoquitlán municipio de la Sierra Negra de Puebla.
Los restos de la niña resguardados en un ataúd de color blanco, recorrieron las calles de su pueblo rodeada de gente, flores y niños, hasta su destino final, el panteón municipal.
“Nos falta María Isabel”, “justicia para María Isabel”, se escuchaba entre la multitud que enmudecía y caminaba entre dos vallas de niños uniformados de gris y rojo que ondeaban sus pañuelos blancos para despedirla.
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Primero en la parroquia de San Pablo el sacerdote encabezó una misa de cuerpo de presente y a su salida se realizó en la explanada municipal una ceremonia cívica para dar el último pase de lista a la menor.
Cientos de personas, algunos sin conocer a María Isabel, le dedicaron sus oraciones y con lágrimas se compadecieron del dolor que sus padres y hermanos están viviendo.
María Isabel tenía 10 años de edad, cursaba el quinto grado de primaria, ayudaba en el campo a su familia y cuidaba por las noches a una anciana enferma.
El pasado 17 de enero fue vista con vida por última vez tras salir de su hogar en el barrio de Coyotzango en el municipio de Zoquitlán, con rumbo a casa de Lucila, su vecina, con quien desde hace un año dormía para cuidarla.
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A la mañana siguiente su familia se alertó al ver que no regresaba y al preguntar a Lucila, les respondió que no llegó el día anterior a pasar la noche con ella. Emprendieron la búsqueda y una hora después, a las 12:45 horas del martes, hallaron su cuerpecito mancillado y golpeado a 300 metros de su casa.
Por Manu Cuéllar / @Manu_Cuellar10
Fotos:Voces de la Región