Niños brincando de emoción, papás inseguros, maestros rociando sanitizante y tomando temperatura, aulas semivacías, así fue el panorama que se vivió este lunes en el regreso a clases presenciales en algunas escuelas de la ciudad de Puebla.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Melitón Lozano, reconoció que hubo baja asistencia de alumnos en algunos planteles; sin embargo, dijo que no tenían el dato del número de menores que regresaron este día, pues se trató de un retorno voluntario.
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A las afueras del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH) estaba un hombre de cabello cano, gafas y el cubrebocas mal puesto. Sonreía nervioso y se despedía de un pequeño.
Se trata de Don Ángel, de unos 50 años de edad, quien consideró que no era seguro dejar al menor de segundo de preescolar en las aulas; sin embargo, admitió que ya era necesario que fuera. Pues por la pandemia de la Covid-19 su hijo cursó el primer año en línea y no había experimentado lo que era tomar clases en una escuela.
El ingreso para el turno matutino en este plantel se hizo escalonado, los grupos de preescolar fueron divididos para entrar entre 8:30 y 9:00 de la mañana; y así evitar hacer fila al mismo tiempo. Sin embargo, a las afueras de la escuela, una mujer, con apariencia de directora, regañaba a los papás de tercero por llevar a los alumnos en el horario de los de nuevo ingreso.
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Mientras el rostro de mamás y papás, sobre todo los jóvenes, era de inseguridad y temor, los pequeñitos estaban emocionados. Unos llegaban brincando, y pese a que portaban cubrebocas y caretas, sus ojos expresaban alegría.
“Mamá allá hay más niños, mamá allá hay más niños”, le gritaba un pequeño de primero de preescolar a su madre, quien se veía que estaba a punto del llanto por separarse de su hijo.
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“Es mejor que estar en línea”: estudiante del BINE
En el BINE el panorama fue similar, solo que a diferencia de los niños de preescolar, los adolescentes de secundaria y bachillerato no hacían fila, ni respetaban la sana distancia, se aglomeraron e intentaban entrar todos al mismo tiempo.
Varios padres de familia acompañaron a sus hijos, los esperaban a las afueras, mientras un maestro no se daba a abasto para la toma de temperatura de los alumnos.
“Es mejor que estar en línea, porque luego no se escucha bien y te falla el internet”, dijo María Fernanda, una estudiante de primero de secundaria, quien se dijo contenta y satisfecha por regresar a la escuela después de casi año y medio.
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Aunque a los menores no les agradó la idea de no salir a recreo y estar cubiertos todo el tiempo, los sondeados por MTPNoticias se dijeron felices de regresar a la escuela y evidenciaron que no hubo mucha asistencia.
“Sí me sentí emocionado de estar en esta nueva etapa. Solo tuve dos compañeros que me tocaron”, dijo Joshua, estudiante de nuevo ingreso en la secundaria del BINE.
En ambos planteles, algunos padres de familia se tomaron su tiempo para observar cómo ingresaban los alumnos a la escuela para decidir si los suyos entraban o no. Incluso, algunos llevaban documentación en mano, para completar los requisitos de la inscripción.
