“Hoy es otro día Juan de Dios, no pienses que ya te olvidé”, son las emotivas palabras de María Luisa Núñez, una madre que durante cuatro años ha buscado a su hijo, y que al igual que para otras cien ha representado un calvario, pues lo único que han encontrado es cerrazón y falta de solidaridad en las instituciones.
En Puebla las familias buscan con desesperación a sus desaparecidos, la mayoría de los casos registrados por el colectivo Voz de los Desaparecidos, son jóvenes de entre 20 y 30 años de edad que de un día para otro ya no regresaron con sus familias.
Según tienen documentado sus integrantes, existe un considerable número de casos en la zona conocida como el Triángulo Rojo que conforman municipios como Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo, Tepeaca, San Salvador El Verde, Amozoc y Los Reyes de Juárez.
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En esta zona se ubicaron 941 tomas clandestinas de las mil 903 que en Puebla reportó Petróleos Mexicanos (PEMEX) durante el año 2020.
Las madres temen que sus hijos hayan sido reclutados por las bandas criminales que se dedican al ‘huachicol’, las cuales, inclusive, ofrecen trabajo a adolescentes y niños para emplearse como halcones.
Juan de Dios desapareció cuando tenía 23 años de edad en el llamado Triángulo Rojo, junto con otros dos jóvenes, Abraham y Vicente, quienes cuentan con entrenamiento militar y estuvieron enlistados en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sin duda perfiles atractivos para la delincuencia.
El colectivo Voz de los Desaparecidos lleva el seguimiento de aproximadamente cien casos que como el de Juan de Dios y otros jóvenes han desaparecido en una de las zonas con más alta incidencia delictiva del estado.
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El día de su desaparición, el 28 de abril de 2017 alrededor de las 21:30 horas, Juan de Dios, Abraham y Vicente se dirigían a Tehuitzo cuando se encontraron con un retén que los obligó a desviarse hacia Cañada Morelos por una carretera solitaria y oscura, poco segura; a la altura de Cuacnopalan, María Luisa se comunicó con él para saber su ubicación, fue la última vez que hablaron.
“No te preocupes mamá, estoy bien, estoy en Cuacnopalan, ya voy para la casa pero hay un retén y no dejan pasar a nadie”, le comunicó Juan de Dios .
Desde entonces María Luisa Núñez no ha parado de buscar a su hijo y en el camino se encontró con el dolor de más madres que como ella buscan a familiares por cuenta propia ante la inacción de las autoridades.
Incluso se han organizado para buscar en fosas clandestinas, en donde han encontrado restos humanos, sin corresponder a sus familiares.
Cuatro meses después de la desaparición de su hijo, relata, decidió conformar el colectivo Voz de los Desaparecidos, con la finalidad de que las familias tuvieran un espacio donde pudieran ser escuchadas, pero sobre todo visibilizadas.
El calvario suyo y de las familias que se sumaron empezó en los ministerios públicos, en el Servicio Médico Forense, en las policías municipales; sin embargo, únicamente encontraron cerrazón y más cuestionamientos que respuestas.
447 localizados en 2 años; faltan 2 mil 317
En la carpeta de investigación a la que tuvo acceso no existe registro de alguna actuación por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado:
“No ha servido de nada, jamás han investigado la desaparición de mi hijo”, asegura.
En noviembre de 2018 se creó la Fiscalía Especializada para la Investigación de Personas Desaparecidas tras la presión no solo de su colectivo, sino de otras organizaciones que hicieron suyo el movimiento.
Posteriormente, el 20 de junio de 2019, se creó la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado, que, según dijo, no ha funcionado eficientemente, pero es un gran paso que exista esta instancia para hallar a sus familiares.
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Según datos oficiales, en dos años el organismo estatal logró localizar a 447 personas.
Pero en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, con corte a mayo de 2021, había en Puebla 2 mil 764 casos de personas buscadas por sus familias.
“Voy a resistir hasta lo que tenga que resistir para encontrarlo”
Como muchas madres, María Luisa es una mujer incansable, en su mirada se observa cansancio y hasta cierto punto hartazgo, pero también una luz.
Para cualquier joven debe ser un aliciente que su madre dé una lucha como la que está dando María Luisa para encontrar a su hijo, su motor de vida, como ella dice.
Responde tajantemente que jamás desistirá en la búsqueda de Juan de Dios, porque él es quien la motiva a seguir.
“Mi hijo es el motor de mi vida y quiero encontrar a mi hijo, quiero encontrar a mi hijo y voy a resistir, hasta lo que tenga que resistir”, expresó María Luisa Núñez.
La iniciativa de Ley de Desaparecidos cayó en un socavón
Aunque el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, ha dicho que las familias de las personas desaparecidas no están desamparadas en Puebla ya que existe una Ley General que se aplica en todos los casos, el colectivo espera que los diputados aprueben una ley estatal.
Tras la última sesión ordinaria del tercer periodo y último año de trabajos legislativos, las familias de desaparecidos se instalaron en plantón a las afueras del Congreso del Estado, ya que los diputados no aprobaron la prometida ley.
Salvo las diputadas Estefanía Rodríguez Sandoval y Rocío García Olmedo:
“Hemos encontrado indolencia omisión, les vale madre, así de fácil, les vale madre los desaparecidos porque no son sus hijos”, atizó.
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Para la abogada, la iniciativa de Ley que no fue aprobada y que únicamente quedó en comisiones, “cayó en un socavón de impunidad, de omisión, de injusticia, de indolencia”, señaló tras mencionar que los diputados dicen estar preocupados por el tema pero de facto pisotean los derechos de las familias.
De acuerdo con la propia presidenta del Congreso del Estado, Nora Merino Escamilla, y de la presidenta de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia, María del Carmen Cabrera, existe un gran avance en la integración del dictamen de ley; sin embargo, tendrán que ser los próximo diputados quienes retomen el tema.
Cabe recordar que el gobernador anunció que enviaría una iniciativa para que sea estudiada por los diputados, quienes prometieron darle el mismo nivel de estudio que la ya existe en comisiones.
“Resiste que de este lado estamos resistiendo”
En medio de esta lucha por conseguir la aprobación de una Ley de Desaparecidos, María Luisa Núñez guarda un sentimiento de añoranza por volver a ver a su hijo, quien hoy tendría 27 años. Su lucha junto con las demás familias continuará hasta que cada una logre hallar a sus desaparecidos, vivos.
–Si tuviera a su hijo enfrente o si él viera este video, ¿qué es lo que usted le diría?, le cuestionó este reportero.
-Todos los días yo me levanto y le digo: ´buenos días mi amor, buenos días Juan de Dios´, hoy es otro día, le pido a Dios que lo ilumine donde esté, que abra su camino y el mío para poder encontrarnos.
“No pienses que ya te olvidé, te sigo buscando, te voy a buscar siempre y un día nos vamos a volver a encontrar, resiste, donde estés, resiste, que también de este lado estamos resistiendo.
Yo sé que tú te la puedes estar pasando peor que yo, pero siempre sigo buscándote cada día, cada noche, todo el tiempo”, son las palabras de una de tantas madres que con todo su dolor resiste con la única esperanza de encontrar vivos a sus hijos.
