La Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Estado de Puebla, policías de Atlixco y de la capital, se sumaron a la búsqueda de Liliana Lozada, la joven que desapareció el 3 de enero pasado tras tomar un Uber para dirigirse a trabajar como modelo a Atlixco.
Recomendamos: Liliana Lozada desapareció cuando se dirigía a Atlixco a trabajar como modelo ¡Ayuda a buscarla!
Alrededor de las 10:00 horas de este viernes realizaron búsqueda en terrenos de Tenextepec, Atlixco, tras recibir reportes sobre la existencia de restos humanos. Sin embargo, tras el recorrido con dos caninos, se confirmó que no se trataba de Lily.
Después de tres horas de búsqueda entre los matorrales, los funcionarios públicos se fueron del lugar, sin éxito alguno, por lo que continúa la búsqueda de la mujer de 33 años de edad, además de una campaña en redes sociales bajo el hashtag #TeBuscamosLilianaLozada.
Te sugerimos: #TeBuscamosLilianaLozada, intensifican búsqueda de la joven y convocan a marcha
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta fue cuestionado sobre el tema esta mañana y aseguró que ya se busca a la joven a través de la Fiscalía local.
La última vez que se le vio a la Lily, fue en el fraccionamiento El Capulín en Bosques de San Sebastián alrededor de las 10:00 de la mañana del 3 de enero, siendo sus dos hijos quienes la vieron por última vez.
La última persona con la que tuvo comunicación fue su hermano Saúl quien perdió contacto con ella una hora después.
De acuerdo con información de sus familiares, ella habría abordado un vehículo Uber para trasladarse al municipio de Atlixco, pero el día de ayer, la plataforma se deslindó de su desaparición, argumentando que no existe algún viaje realizado con su aplicación que coincida con nombres, placas, rutas y fechas en las que se habría trasladado Liliana.
Lee más: Uber se deslinda de la desaparición de Liliana Lozada, no tiene registro del viaje
Otra pista que hay es la geolocalización de su teléfono, el cual fue ubicado al poniente de la ciudad de Puebla, donde unos hombres les dijeron que no se encontraba allí y en tono amenazante les pidieron que se retiraran y poco después, el teléfono de Lily dejó de timbrar.
El día de su desaparición, la joven vestía una falda blanca, blusa blanca, botines negros, sombrero negro y una bolsa de mano.
