El 2 de octubre de 1968 ocurrió la Matanza de Tlatelolco en la Ciudad de México. Hasta la fecha, ese hecho es considerado la represión más grande en la historia del país y no hay un consenso en el número de personas asesinadas ni desaparecidas.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha calificado a lo ocurrido en esta fecha – hace 54 años – como “la culminación de delitos contra la humanidad”, y que fueron ordenados desde el gobierno de México en contra de los estudiantes que integraron al movimiento aplacado.
En MTPNoticias te explicamos qué ocurrió en esa fecha que no se olvida. La fecha propiamente: “2 de octubre no se olvida”, es replicada anualmente durante este día para continuar con la demanda de justicia de los asesinados.
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2 de octubre de 1968, esto ocurrió
1968 fue un año marcado por movimientos sociales principalmente los encabezados por los estudiantes que peleaban por la libertad de presos políticos y el fin del autoritarismo.
El autoritarismo era representado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz y cuyo secretario de Gobernación y mano derecha fue su eventual sucesor en el cargo Luis Echeverría Álvarez.
En ese tiempo se había conformado el Comité Nacional de Huelga (CNH), una agrupación de obreros, profesores y principalmente estudiantes que estaban en pie de lucha.
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El movimiento estaba integrado mayormente por universitarios e incluso la mayoría de víctimas que dejó la matanza en la Plaza de las Tres Culturas – la Matanza de Tlatelolco – eran estudiantes.
Para octubre, el movimiento del CNH había tomado fuerza y había crecido por miles. La presión que ejercían contra el Estado Mexicano era más notoria desde julio de ese año.
Debido a que en ese movimiento había gran participación de estudiantes se registró ocupación militar en la UNAM y en el Politécnico Nacional.
El movimiento y la posición inamovible de sus integrantes se contraponían a las Olimpiadas a celebrarse en México unas semanas después por lo que la presencia de esa presión social era un problema para Díaz Ordaz.
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Pero a la par que el movimiento antigobierno crecía, desde la Secretaría de Gobernación habían sido creado grupos tácticos supervisados personalmente por Luis Echeverría. Estos comandos eran integrados por cientos de militares quienes se infiltraron a una reunión de la CNH en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Su infiltración tuvo lugar a pesar de que un día antes el gobierno de Díaz Ordaz había asegurado que el ejército había terminado con la ocupación de la UNAM y del Politécnico.
Durante la reunión del CNH, la zona era custodiada por militares y un helicóptero sobrevolaba. Y de la nada, luces de bengala fueron lanzadas desde la aeronave como señal para iniciar a repelar a los manifestantes.
Se abrió fuego contra los manifestantes que en su mayoría eran estudiantes, se le consideró una masacre pues se habla de cientos de asesinados y también de detenidos que fueron después clasificados como personas desaparecidas. Se calcula que hasta 300 manifestantes, casi todos estudiantes, fueron ejecutados.
