Partamos de un antecedente básico; la consulta popular debe entenderse como un mecanismo de participación ciudadana que tiene como objetivo ejercer el derecho constitucional para votar en torno a temas de importancia nacional y que por su importancia se debe entender como un ejercicio de democracia participativa y popular.
Los no morenistas consideran que López Obrador impulsó la reforma constitucional como una propuesta de “ratificación y para estar en campaña permanente” y no precisamente como una revocación de mandato per se.
Pese a ello, hemos vivido una serie de discrepancias entre ambos bandos. La consulta fue, derivada de la Ley Federal de Revocación de Mandato, aprobada con 290 votos a favor, 195 en contra y cero abstenciones, con la participación de TODOS los grupos parlamentarios. Avalaron en lo general y en lo particular y se envió al ejecutivo para sus efectos constitucionales.
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Ahora bien, el primer ejercicio que convocó a los mexicanos a la participación ciudadana inició hace 1 año 3 días cuando el Consejo General del INE aprobó por unanimidad “el plan integral, calendario y lineamientos para realizar la Consulta Popular 2021, con fecha 1 de agosto de 2021”. El motivo si se debe o no proceder contra actores políticos del pasado.
El resultado fue con una insignificante participación; para que fuera vinculante tenía que contar con el voto del 40% de los ciudadanos legibles, es decir, aproximadamente más 37 millones de votantes que acudirían a las 57 mil urnas en todo el país. Recordemos que el porcentaje estimado de participación fue de un 7.04 a 7.74%. Muchas fueron las críticas al INE pero al final del día el árbitro electoral cumplió.
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El domingo 10 de abril, se llevó a cabo la segunda consulta ciudadana de López Obrador. De un listado nominal de 92, 823,216 mexicanos se obtuvo una participación ciudadana del 17.77% equivalente a 16, 502,636 votos plasmados en 57,449 actas, quedaron distribuidos de la siguiente manera: que AMLO siga 15, 159,323 (91.86%). Que se revoque su mandato 1, 063,209 (6.44%). Votos nulos, 280.104.
Pese a que no se contó con el 40 % de la votación del universo del padrón nominal para ser vinculante. López Obrador celebró los resultados de la consulta sobre la revocación de mandato. 15 millones de morenistas salieron a las urnas. Respaldaron al presidente. Los números fríos mostraron la fuerza del obradorismo en el sureste donde Tabasco aportó el 35% de la votación; Chiapas el 27.8%; Campeche el 27.6%. Le siguen Oaxaca; Veracruz; Guerrero; Quintana Roo, Hidalgo y Tlaxcala.
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En la zona centro desairaron la votación, los resultados oscilaron entre el 9 y 10%. En el norte de la república la votación rondó entre el 10 y el 12%. En Puebla ni qué decir, con trabajo se superó la media nacional: 19.6% de 17,6% como media nacional.
Equivalente a 925,684 votos de las 2, 941 mil casillas instaladas. Los porcentajes de votación según el padrón quedaron de la siguiente forma: distrito 2 Zacatlán 32.75%; Distrito 4 Ajalpan 25.17%; Distrito 3 Teziutlán 24.41%; Distrito 14 Acatlán 23.26%; Distrito 1 Huauchinango 21.98%; Distrito 15 Tehuacán 21.72%; Distrito 7 Tepeaca 20.26%; Distrito 8 Ciudad Serdán 19.23%; Distrito 13 Atlixco 18.59%; Distrito 12 Puebla 16.46%; Distrito 5 Texmelucan 16.41%; Distrito 9 Puebla 15.76%; Distrito 12 Puebla 16.46% Distrito 6 Puebla 15.52%; Distrito 10 San Pedro Cholula 14.06%.
Con este escenario estatal seguramente rodarán cabezas o cuando menos caerán aspiraciones a candidaturas. Para los que saben, están totalmente identificados los radios de influencia de los actores políticos estatales y locales sean morenistas o no.
Estaremos pendientes y sin duda alguna cambiaremos impresiones.
Al tiempo.
Por Mayra Sánchez García /@mayrusmayrus7
