Ese es el dilema, pues cada quien lo ve por como lo quiera ver, pero la realidad es que la marcha que convocó Andrés Manuel López Obrador (AMLO) este domingo 27 de noviembre demostró el porqué no ha perdido popularidad.
Es verdad que fue desorganizada y caótica, pero se debió al mismo ritmo que marcó la multitud, y sobre todo, por la presencia del presidente de México en el contingente, a quien, como se esperaba, todo mundo buscaba saludar y tomar selfies, incluidos políticos y ciudadanos de a pie, esas personas que son beneficiadas de los diversos programas del gobierno federal.
Entre la movilización que inició poco después de las 9:00 de la mañana del Ángel de Independencia al Zócalo, y quienes llegaron a este punto de última hora, sí participaron al menos un millón de personas.
Los gritos de “¡Es un honor, marchar con Obrador!”, resonó en toda la Avenida Insurgentes, Reforma, Alameda Central y en calles del Centro Histórico. Participaron desde bebés como la hija de Hugo López Gatell hasta personas de la tercera edad, quienes hubo momentos en los que perdieron el equilibrio, pues el calor y caminar sin haber desayunado, les cobraron factura.
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Se dice que…Lo que parecía ser una fiesta para el canciller Marcelo Ebrard, no terminó de buena forma, pues sufrió la “calidez” de los capitalinos al ser víctima de un escupitajo.
El secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue la ‘corcholata’ más vitoreada a su paso durante la movilización en defensa de la 4T en la Ciudad de México.
Con gritos de “¡presidente, presidente!” y “¡Marcelo amigo, el pueblo está contigo!”, Ebrad se fue abriendo paso, pues prefirió salirse del grupo en donde avanzaba el presidente con Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México y Adán Augusto, secretario de Gobernación federal, para caminar a su ritmo y con su gente.
En tanto, Claudia y Adán sí se quedaron de principio a fin a lado de López Obrador, hasta llegar al Zócalo, en donde miles de personas ya esperaban para escuchar su informe por su cuarto año de labores.
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Otro que no la paso nada bien fue Epigmenio Ibarra, pues el productor sufrió de un “golpe de calor” y se desvaneció por un momento.
No había caminado siquiera 500 metros de la marcha cuando se detuvo frente a una camioneta y después se sentó el piso porque ya no aguantó más.
“Cuiden a Epigmenio, el señor se ve mal”, “denle espacio, se va a desmayar”, fueron los gritos de algunos de los asistentes, mientras una persona le soplaba aire.
Epigmenio continuó la marcha después de retomar fuerzas. Siguió al contingente de cerca y logró terminar el recorrido sudando la gota gorda y con las piernas temblorosas.
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Por @MTPNoticias/ Metropolitano Puebla
