Si alguien se siente en las nubes es el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo. Un día coquetea con políticos de Morena y al otro mantiene su relación con políticos del PAN en Puebla.
Néstor Camarillo va de la izquierda a la derecha en un abrir y cerrar de ojos. Está convencido que su amor vale oro rumbo a las elecciones 2024.
La duda es si los pocos grupos políticos que quedan en el PRI: ¿respaldan su doble juego?, ¿respaldan esta doble relación?, ¿un Jorge Estefan Chidiac, por ejemplo?
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En un tuit, Camarillo presumió este domingo su asistencia a la fiesta de cumpleaños del dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Martínez Amador; festejo organizado en el municipio de Huauchinango.
Néstor informó que en esa fiesta se encontró a sus amigos, la dirigente estatal del Partido Acción Nacional, Augusta Díaz de Rivera, y el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Camarillo se puede reunir con cualquier, los políticos lo hacen; al final de cuentas, hacen política.
No debemos olvidar que el PRI tiene una relación institucional con el PAN y el PRD. La alianza de estos partidos fue la que llevó al triunfo de Eduardo Rivera en las elecciones de 2021 en la capital poblana.
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Néstor no ha ocultado sus deseos porque esta alianza se repita para las elecciones a la gubernatura en 2024.
Solo que a raíz de los escándalos que le doblaron las manos a su líder nacional en el PRI, Alejandro, alias ‘Alito’ Moreno, quien cayó a los pies del presidente Andrés Manuel López Obrador, las cosas cambiaron.
Desde hace dos meses, las cabezas del PRI en México se ven más cerca de Morena que del PAN, con quien rompieron alianza en la Cámara de Diputados.
En Puebla no es la excepción, Néstor cada que tiene la oportunidad reacciona con halagos hacia la gente de Morena.
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El pasado 25 de octubre, en el informe de actividades de los diputados locales del PRI, Camarillo halagó al gobernador Miguel Barbosa, en San Pedro Museo de Arte.
Queda claro que el cumpleaños del líder del PRD fue la oportunidad para refrendar el acuerdo para caminar juntos los tres partidos políticos hacia el 2024.
Al final de cuentas, el tema de la alianza se resolverá en México. La orden que le den a Camarillo será la que acate para el 2024.
Aunque por él mismo decida mantener la alianza con el PAN y el PRD, hay muchos priistas que están del lado de Morena, de hecho son priistas los operadores de varios aspirantes morenistas.
Ya lo veremos.
