El intento de Jorge Estefan Chidiac en llegar a Morena (a través del Partido Verde) y luego luego obtener como premio una diputación federal, reaviva el añejo pleito que se trae con Ignacio Mier, coordinador de diputados federales morenistas.
Se han acusado y dicho casi de todo… ya también chantajeado. Lo último que dijo Nacho fue comparar al aún priista con una bacinica.
Tiene razón Mier cuando recuerda a los morenistas que Chidiac tuvo mucho que ver con la compra de votos en 2012 a través del sistema Monex para hacer perder a Andrés Manuel López Obrador, pero también le guarda rencor por asuntos personales.
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Fue público que Chidiac tuvo mucho que ver en involucrar a Mier en lavado de dinero y ponerlo en el ojo de los medios a nivel nacional como una forma de impedir que obtuviera la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla.
Cuando Alejandro Armenta resultó el ganón, de alguna forma fue un triunfo para Chidiac porque en ese camino de los desencuentros, sobre todo cuando aún vivía el exgobernador Miguel Barbosa, Chidiac también fue chantajeando con la información que le saben en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y hasta uno de sus hijos estaba o está en riesgo de ser detenido.
Ahora que son momentos de definiciones, nuevamente se da una lucha de poder entre ambos pero desde la coalición que encabeza Morena.
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Resulta que el Verde ya había logrado meter a Chidiac con una candidatura a diputación federal. Desde la cúpula nacional ya habían palomeado la lista de los 16 que competirían por una diputación federal pero alguien tuvo la idea de consultar la opinión de Nacho.
Palabras más, palabras menos, la respuesta de Mier fue que si esa sería la lista final, que ubicaba a Claudia Rivera como propuesta en el distrito siete de Tepeaca (por ejemplo), que él se bajaría de la primera fórmula al Senado y haría público el por qué se va de Morena.
Amenazó con salirse del movimiento si dejaban entrar a personajes “indeseables” como a Chidiac, pues su justificación fue que no se salió del PRI para fundar un movimiento que ahora sirva de refugio a esos dinosaurios con los que compartió en el pasado.
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La advertencia de ruptura preocupó a quienes toman las decisiones en Morena por eso enviaron de mediador al Senador Ricardo Monreal el pasado domingo 14 de enero a Puebla.
Sin embargo, la realidad es que no se llegó a ningún acuerdo. Aunque la mayoría de los ahí convocados dijeron abonar por la unidad, Monreal le dio la razón a Mier en que es injusto lo que está pasando con darle premios a quienes en el pasado contribuyeron en hacerle daño al movimiento.
El caso de Chidiac es lo que está trabando la definición de las candidaturas y corre el riesgo de quedarse como “el perro de las dos tortas” por eso no se ha atrevido a renunciar a su militancia en el PRI, pues sigue esperando.
Su principal y mayor obstáculo es Ignacio Mier. Ya se verá quién gana esta nueva batalla entre los dos políticos.
Mientras, Néstor Camarillo ya le advirtió a Chidiac que en Morena no lo quieren y que mejor se quede en el partido y compita por una diputación federal… o regiduría, pero no por el senado, porque esa posición es para él…
En esta entrevista que le hice al priista dio mayores detalles de lo que Chidiac le respondió: