La detención de Inés Saturnino, expresidente del municipio de Tecamachalco derivó en que varias ratas (literal) huyeran de Puebla. Saben que su cola es larga.
Hablo de funcionarios en los gobiernos de Antonio Gali Fayad (2017-2018) y de Rafael Moreno Valle (2011-2017), aquellos que saben que están implicados en compras fraudulentas u otros negocios sucios, como el de los mototractores en el que se compraron con sobrecosto y hasta la fecha, no hay ningún sancionado.
Cuentan que cuando Rodrigo Riestra, Julio Lorenzini, Mario Rincón, entre otros que tienen que ver con esta historia de corrupción, se enteraron que la ley le cayó encima a Inés, hicieron sus maletitas y se fueron de Puebla. No se sabe si le pidieron algún rinconcito a Jorge Aguilar Chedraui, exsecretario de Salud –quien se refugia en Acapulco– o de plano tomaron vuelo para abandonar el país como lo hicieron otros desde el inicio de esta administración.
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Lo que sí es que, estos personajes saben que tienen una carpeta de investigación abierta, pues desde finales de 2020, el gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió que traía este pendiente, y creo que para todos ha quedado claro que en Puebla no se toleran los actos de corrupción.
En el caso de los mototractores, desde 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó costos inflados en la compra de mil 690 tractores, pues reportaron pagos por 115 mil pesos por cada uno, cuando estaban valuados entre 44 a 74 mil pesos. Además, esos equipos eran de una marcha china que en nada le sirvió a los campesinos en ese entonces.
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Otros expresidentes municipales también andan nerviosos
Otros expresidentes municipales, sobre todo de la zona conurbada que saben que se portaron mal en el pasado, también andan nerviosos, investigando si están o siguen en la mira, pues saben que hasta Inés Saturnino se creía impune, tanto que andaba muy tranquilo caminando por su municipio cuando fue detenido por agentes de investigación de la Fiscalía de Puebla.
Según cercanos a Inés, presumía que no tenía ningún pendiente con la justicia, y más que se prestó en la elección del 2021 en dividirle el voto al PAN, su partido, pues en ese tercer intento por gobernar esta ciudad, fue postulado por el PSI y por el extinto Partido Compromiso por Puebla.
El buen entendedor sabe que a los delitos por los que se le acusa inicialmente a Inés Saturnino –desobediencia, resistencia de particulares y amenazas- se le sumarán más, como peculado, pues fue denunciado desde 2020 por el entonces auditor, Francisco Romero, por presuntas irregularidades en sus cuentas públicas de su segundo periodo como edil (2014-2018).
