Fernando Morales debe estar desesperado por entregar “resultados” a Dante Delgado, rumbo a la elección del 2024, como para sumar a Movimiento Ciudadano a perfiles oscuros que no solo han hecho negocio a nombre del campo como Gonzalo Lobato, sino a personajes que no suman ni los votos de su familia.
Al término del foro ‘El Futuro es un Nuevo Trato para el Campo’ que se realizó en el Centro Expositor, se ofreció una comida a los nuevos allegados a este partido político en Puebla, y en esta reunión, se dejaron ver personajes que buscan seguir viviendo del erario público, no importando si coinciden o no con la ideología del instituto naranja, pues se han acostumbrado brincar de un lugar a otro.
Tal es el caso de Marco Rodríguez, quien llegó como diputado local en 2014 por la vía plurinominal por el PSI, pero para diciembre de 2015, se fue al PRD sin decirle adiós a Carlos Navarro Corro, quien le abrió las puertas de su partido satélite, solo porque ahí le hablaron más bonito.
Es el claro ejemplo del político chapulín, que está donde le prometen más o donde cree que tendrá mejor futuro, pues tampoco permaneció mucho tiempo en el partido del sol azteca ya que se lanzó a los brazos de Fernando Manzanilla en el extinto Partido Encuentro Solidario (PES).
Bajo este manto, Rodríguez Acosta llegó a ser coordinador estatal de Participación Ciudadana en el gobierno de Miguel Barbosa, pero cuando descubrieron que le gustaba más el dinero, que solo esperaba sus quincenas que trabajar, lo echaron casi al mismo tiempo que a su jefe de la Secretaría General de Gobierno, a principios de 2020.
No hay que olvidar que en su tiempo fugaz como legislador, presidió la Comisión de Transparencia en el Congreso local, desde donde operaba para esconder las tranzas que se hacían en los tiempos de los morenovallistas.
Este es el tipo de perfiles que ha sumado Fernando Morales a Movimiento Ciudadano, perfiles que lejos de sumar, restan al movimiento naranja.
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Exfuncionarios de Claudia Rivera también venden espejitos en Movimiento Ciudadano
Otros que fueron vistos en la misma mesa que Dante Delgado, y que hasta apenas en 2021 vivían del erario del Ayuntamiento de Puebla, en el gobierno de Claudia Rivera Vivanco, son: Mónica Prida, exsecretaria de Turismo municipal; Norma Pimentel, exsecretaria de Igualdad Sustantiva; Alejandra Rubio Acle, exsecretaria de Movilidad; Eduardo Covián Carrizales quien también fue titular en este último cargo, por mencionar algunos.
Se supone que todos ellos simpatizaban con Morena o simplemente su amor por el partido acabó cuando dejaron de vivir del gobierno municipal.
Al menos en el caso de Eduardo Covián, llegó a ser regidor por el partido de Andrés Manuel López Obrador en 2018 en Puebla capital y posteriormente, en febrero de 2020, fue nombrado como secretario de Movilidad en reemplazo de Alejandra Rubio, en medio de un escándalo por haber favorecido a empresa de su familia en la compra de bolardos y macetones.
¿Con estos personajes pretende Fernando Morales ganar una elección en 2024?, ¿o simplemente los llevó como parte del montón para generar la percepción de poder de convocatoria ante la visita de Dante Delgado?
No hay duda que la desesperación es inmensa…
