Elvia Cruz/ @cruz_elvia
Si bien es cierto que el exgobernador Rafael Moreno Valle –junto con aliados como Miguel Ángel Osorio Chong– consiguieron mandar un mensaje a Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que no tiene el control absoluto, también es verdad que el presidente de México no metió las manos para inclinar la balanza en el caso de Puebla y conseguir que se anularan los resultados de la elección.
Cuentan los cercanos al círculo del fundador de Morena que, aunque la líder nacional de este partido, Yeidckol Polevnsky le pidió una y otra vez intervenir para que el triunfo de Martha Erika Alonso no fuera reconocido, él se negó por dos razones:
La primera fue que, aunque no estaba de acuerdo en que el morenovallismo continuara gobernando el cuarto estado más importante en el país, está en contra de las negociaciones bajo la mesa, pues él ha sido víctima de estas prácticas, principalmente en la elección del 2006 cuando el panista Felipe Calderón Hinojosa le arrebató la presidencia de la República.
En ese entonces vio cómo uno a uno de los magistrados invalidaron sus argumentos de que se había cometido un “fraude electoral” en su contra.
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La otra razón es que Luis Miguel Barbosa no es santo de su devoción y en las pláticas con sus allegados ha reconocido que no fue el mejor candidato para ganar de manera contundente en Puebla.
Es decir, dejó que los magistrados hicieran su trabajo en analizar cada uno de los alegatos jurídicos y tomar sus propias decisiones, influenciadas o no por otros actores políticos, al final mandaron un mensaje de que López Obrador no tiene el control de los tres poderes.
Este lunes incluso subió de tono la confrontación entre López Obrador y el Poder Judicial cuando él volvió a criticar los altos salarios de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al señalar que son ofensivos y exagerados.
Al mismo tiempo, ministros, jueces y magistrados salieron a confrontar sus dichos y pedirle respeto a la autonomía de su Poder.
Lo que pasó con Puebla, es un ejemplo cómo de la noche a la mañana puede cambiar el panorama, pues ya se apostaba por una nueva elección pero la oportunidad para que el proyecto de sentencia que proponía el magistrado José Luis Vargas no fuera avalado por la mayoría cambió la noche del viernes 7 de diciembre cuando el ministro Pérez Dayán otorgó la suspensión a la aplicación de la Ley de Remuneraciones.
Esa acción de inconstitucionalidad fue promovida por Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Osorio Chong y otros 53 senadores quienes formaron un frente opositor que, al exgobernador poblano le resultó su salvación.
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Y es que no solo es que se ratificó el triunfo de Martha Erika Alonso, sino este es un paso en la aspiración de Moreno Valle para catapultarse rumbo a la elección presidencial del 2024.
