Si con la marcha que encabezó este 27 de noviembre en la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, alguien duda que su partido, Morena, volverá a ganar la elección del 2024, no sé en qué realidad vive.
Aunque a muchos no nos guste su estilo de gobernar, sus omisiones, falta de estrategias, creer que regalar dinero a los pobres los sacará del rezago social en el que viven y demás, la verdad es que el señor conserva su voto duro.
Por algo es el segundo líder más popular del mundo, según una medición de Morning Consult que mide el índice de aprobación de los líderes gubernamentales de Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, México, Corea del Sur, España, Reino Unido y E Italia stados Unidos.
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En su actualización más reciente, esta encuesta publicada en el diario británico Financial Times, ubica a López Obrador en la segunda posición con 65 por ciento de aprobación, solo detrás de Narendra Modi, primer ministro de la India, quien registra un 71 por ciento.
Seguro de que la gente lo quiere y lo cuida, el presidente caminó durante las cinco horas que duró la marcha del Ángel de la Independencia al zócalo de la Ciudad de México. Hubo un momento en el que su ayudantía le recomendó abordar un vehículo para llegar más raído, y salirse de la multitud en donde no avanzaba – pues todos, desde políticos hasta ciudadanos de a pie, buscaban saludarlo y tomarse la selfie con él– pero no quiso.
Andrés Manuel caminó como le fueron permitiendo. Se dejó querer durante ese trayecto. Saludó mano a mano, sonrió para las fotos y hasta bromeó con los asistentes de todo el país, reforzando ese discurso de ser “el presidente más cercano a la gente”.
Entre la multitud participaban algunos gobernadores morenistas como el de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, quien abonó a esta convocatoria con al menos 15 mil personas.
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Según cálculos del gobierno de la Ciudad de México, en total participaron 1.2 millones de personas, y no hay forma de desmentir esa cifra, más que contando uno por uno, lo cual es imposible, pero sí, las imágenes aéreas muestran a miles y miles de amlovers.
Frente a esto, lo único que le ha quedado a la oposición es promover ese discurso de que fueron “acarreados” y que como en los tiempos del PRI, les regalaron sus tortas y sus frutsis.
Seguramente hubo excepciones en donde los movilizadores repartieron lunchs, pero eso no es lo importante, sino lo que demostró López Obrador, su poder de convocatoria y movilización.
Al menos por un sexenio más –si los de enfrente no se ponen las pilas– Morena seguirá gobernando este país, y seguramente en la elección del 2024, también retendrá las gubernaturas en donde actualmente mandata como Puebla, y ganará terreno en otras entidades.
No olvidemos que tan solo de 2018 a 2022, pasó a gobernar 20 estados, y todo parece indicar, que seguirá ganando terreno.
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