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Jesús Estrada Ferreiro, alcalde de Culiacán, propuso la creación de clínicas en donde los adictos a las drogas intravenosas puedan aplicarse las sustancias de manera segura, sin posibilidad de que adquieran enfermedades de transmisión sexual por compartir agujas.
Con este tipo de clínicas, el presidente municipal de Culiacán explicó que el objetivo es reducir la cantidad de delitos cometidos por personas con adicciones, así como la reducción de los contagios de enfermedades al inyectarse con jeringas que están infectadas con algún virus o bacterias.
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Este tipo de clínicas no son nuevas en el mundo. En Canadá, por ejemplo, en el barrio del Downtown Eastside de Vancouver se creó en 2003 el primer sitio de inyección supervisada de toda América del Norte, llamado Insite.
El lugar recibe más de 10 mil visitas al mes, está frente a un mercado callejero, y en esta clínica los pacientes son libres de inyectarse sus propias drogas en la clínica, en presencia de un enfermero o médico, así si uno de los pacientes se pone mal o en riesgo de padecer una sobredosis, la atención médica está ahí de manera permanente.
Insite también ayuda a las personas con alguna adicción a sustancias de este tipo a conectarse con otros servicios sociales, tales como alojamiento o salud mental, así como servicios de desintoxicación.
Estudios publicados en revistas especializadas y con gran reputación, como “The Lancet” y “British Medical Journal”, apoyan la visión de sitios como Insite pues este tipo de estrategias reducen las enfermedades o los desórdenes públicos, además de que pueden animar a las personas a abandonar las drogas.
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Crédito: Radio Fórmula
Fotos: Huffington Post y Debate