Un grupo de desarrolladores colombianos lanzó esta semana una innovadora cápsula de bioseguridad destinada a garantizar el aislamiento completo del usuario de los fluidos externos y así prevenir los contagios por COVID-19.
Se trata de la Burbuja Bio-1, un casco compuesto por varios elementos que posibilitan, mediante un mecanismo eléctrico, el suministro de aire, y el control de salida del dióxido de carbono, similar al sistema utilizado en los cascos espaciales.
“Tenemos un sistema de filtrado eléctrico que inyecta aire a la cápsula produciendo presión positiva en la burbuja. La presión positiva permite que al haber más presión dentro del casco que afuera, el aire siempre tienda a evacuar por su sistema de salida normal impidiendo la acumulación de dióxido de carbono”, explicó a Xinhua Felipe Giraldo, director ejecutivo de QL Concept LLC, empresa desarrolladora del invento.
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Estas burbujas fueron diseñadas para que sean lo más natural al momento de usarse, es decir que no se pierda visibilidad en los ángulos, que haya el más bajo en peso posible. El tema del empañamiento también es un sistema que se trabajó”, agregó el ingeniero aeronáutico.
El desarrollo de este implemento comenzó a inicios de la llegada de la pandemia a Colombia y tras un profundo trabajo de investigación, en el que participaron ingenieros aeronáuticos y científicos biomédicos, se llegaron a fabricar tres modelos ergonómicos y aptos para personas de todas las edades.
Fabricadas con elementos importados, en su mayoría chinos, las cápsulas atravesaron estrictos estudios y 84 pruebas diferentes que garantizan la larga duración tanto de las baterías recargables como los demás componentes que las componen.
“La idea nace pensando en un producto inferior a los 25 dólares para el mercado nacional y para todo el mundo, pero realmente en el desarrollo encontramos muchos problemas que hicieron que el producto fuera subiendo de precio. Ahora estamos entrando en un sector muy específico que son los médicos, el personal que está en contacto con mucha gente, los vuelos aeronáuticos, pero lo que más deseamos es poder tener una producción masiva para bajar los costos y hacerlo accesible a todo el mundo”, señaló Giraldo.
Mientras se logra este propósito las burbujas se comercializan por un costo aproximado de 109 dólares y para ampliar la producción, la empresa está realizando contactos con fábricas de manufacturas que cuenten con la infraestructura necesaria para agilizar los tiempos de producción.
Su objetivo es generar alianzas con países como México, en donde este tipo de productos cuentan con un mayor respaldo en su fabricación. Por su peso y versatilidad las cápsulas posibilitan la realización de prácticamente todas las actividades cotidianas, sin embargo están desarrolladas para un uso en espacios interiores y con bajas condiciones de humedad.
“Hemos pasado por tres etapas, una primera en la que se vendieron 10 unidades para poder recibir retroalimentación de nuestros clientes, médicos, cirujanos, gente del común. La siguiente etapa que estamos finalizando fue la venta de 100 burbujas y pasamos a la siguiente, en la que tendremos una producción de cien al día o mucho más”, abundó el también fundador de la empresa.
Según sus creadores, estas cápsulas están diseñadas también para disminuir la incomodidad que generan los trajes tradicionales de bioseguridad utilizados por médicos, enfermeras y cirujanos que están en la primera línea de contención de la COVID-19 y otras enfermedades contagiosas por vía aérea.
El lanzamiento de las cápsulas se da justo cuando Colombia atraviesa por las peores semanas se contagio del nuevo coronavirus, que ya ha dejado 9.074 muertes y 267.385 casos positivos de personas contagiadas.
Crédito: Debate
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