Chumel Torres, youtuber mexicano, generó polémica en las redes sociales tras criticar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por felicitar al pueblo chileno por el histórico proceso del ‘apruebo’ a cambiar la Constitución Política de Augusto Pinochet, luego de una jornada electoral que se extendió por 12 horas.
El influencer mencionó que “cualquier cosa que Maduro considere buena, es mala”, razón por la que fue señalado como un opositor a la democracia de Chile.
Fue a través de su cuenta de Twitter en donde Chumel Torres reaccionó al mensaje de Nicolás Maduro, quien celebró la decisión del pueblo chileno por decidir el futuro de su Constitución.
“Mi felicitación, reconocimiento y admiración al pueblo chileno que hoy se volcó a las calles y centros electorales para decidir el futuro de su Constitución y acabar con el pinochetismo. Se abren las grandes alamedas para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva Allende!”, escribió Maduro.
¿Qué fue lo que dijo Chumel Torres? ¿Está en contra del hecho histórico en Chile?
Esto fue lo que escribió el influencer mexicano: “Lo único que sé es que cualquier cosa que Maduro considere buena, es mala”, escribió Chumel citando el tuit de Maduro.
Lo único que sé es que cualquier cosa que Maduro considere buena, es mala. https://t.co/1LE6r9QnNl
— Chumel Torres (@ChumelTorres) October 26, 2020
De inmediato, el tuit causó polémica. Desató comentarios en su contra, porque su publicación fue catalogada como si estuviera en contra de la democracia.
“Todos vimos a Chumel Torres celebrar el golpe de estado en Bolivia y llamarlo “fiesta” mientras masacraban indígenas. Era lógico que maullara por el desmantelamiento del pinochetismo en Chile”; “Lo único que ‘sabe’ Chumel.
Qué manera de exhibir sus carencias y monumental ignorancia sobre los temas de los que opina”; “Resulta que a @ChumelTorres no le gusta la democracia”, se lee entre las reacciones.
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¿Qué pasó en Chile y por qué es un hecho histórico?
Desde el 18 de octubre de 2019 que Chile venía arrastrando una serie de protestas sociales generadas tras el anuncio del alza en la tarifa del transporte público de Santiago, donde estudiantes secundarios decidieron evadir su pago saltando los torniquetes del Metro, estos hechos generaron que Sebastián Piñera, gobierno de centro derecha, calificara a los manifestantes de “delincuentes”.
Esto generó una respuesta que fue calificada como “estallido social”, donde personas de diversas edades salieron a la calle a expresar su descontento, no solamente ante el alza del pasaje, también hacia el sistema de salud, de pensiones, educativo, entre otros.
Lejos de calmar la situación, el propio Piñera dijo: “estamos en guerra”, una frase que quebranto aún más el conflicto entre la ciudadanía y la clase política.
A diferencia de otras protestas, las de Chile no tenían un líder ni un movimiento que se hiciera cargo de esta situación, los llamados y coordinación a marchar se hacían a través de redes sociales, algunas eran pacíficas y otras terminaban en enfrentamientos entre los participantes y Carabineros (la policía dependiente del gobierno).
Las voces por un cambio a la constitución política de Chile se hacían más presentes. La base regulatoria se impuso sin consentimiento popular en 1980, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, uno de los regímenes más sangrientos en América Latina, por el gran número de agredidos, muertos y desaparecidos, además de una importante cifra de personas que debieron irse al exilio por solamente pensar diferente a quien tomó el país tras el golpe de estado contra Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.
Desde que el año pasado inició el “estallido social” en Chile, se han registrado manifestaciones, cacerolazos, saqueos, muertos y agresiones que han derivado a la atención de personas con daño ocular permanente en uno u ambos ojos, acusando a Carabineros de abuso de autoridad.
De hecho, uno de los últimos casos fue el lanzamiento de un joven de 16 años por parte de un funcionario policial.
Este domingo, las chilenas y chilenos recibieron dos papeletas, una que consultaba si estaban de acuerdo con cambiar la constitución política y otra que preguntó si, en el caso de ser redactada, debía ser una convención constitucional, generada por integrantes elegidos popularmente, o por convención mixta, con igualdad de participación Parlamentaria y ciudadana.
Según datos oficiales del Servicio Electoral de Chile (Servel), el 78.28 por ciento optó por la alternativa ‘apruebo’ y el 21.72 por ciento definió ‘rechazo’.
Mientras que quienes redactan la regulación ganó la convención constitucional (la elección de una Asamblea Constituyente), con un 78.99 por ciento, sobre la convención mixta, que tuvo 21.1 por ciento.
Es decir, ganó la opción del ‘apruebo’ a cambiar la Constitución Política de Chile.
Por @MTPNoticias
Crédito: Milenio