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Aunque ya es el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador sigue comportándose como si fuera un ciudadano más.
¿Por qué lo decimos? Pues pese a su investidura, sigue enfrentando situaciones cotidianas como cualquier otro mexicano. Estas son cinco pruebas de ello.
1. Café de la esquina
El fin de semana pasado, AMLO realizó una gira por Nayarit en donde encabezó un acto en el que regañó a su delegado en ese Estado. Pero, además, el presidente fue captado en una tienda de conveniencia preparándose un café y no precisamente fifí. El momento fue inmortalizado en una fotografía junto al cajero de ese establecimiento.
#AMLO el mesías tropical llego a un OXXO y solo encuentra abierta una caja . #QueFaltaDeRespeto
Él sabe lo que es bueno, no como los que compran en StarBucks ? #FelizLunes #DiciembreEsPara pic.twitter.com/Y12UIwpWDO
— Petra Montt (@PetraMontt) December 10, 2018
2. Entrando al Palacio Nacional
Desde que asumió el Poder Ejecutivo, López Obrador ha dado una conferencia de prensa cada día entre semana en Palacio Nacional.
Ha sido en estos encuentros por las mañanas en los que algunas personas han logrado ingresar sin pertenecer a algún medio de comunicación, incluso una de ellas ha podido estar cara a cara con el tabasqueño.
El pasado 4 de diciembre, en la segunda conferencia mañanera del sexenio, María Zenodina logró burlar los filtros de seguridad y, cuando AMLO se retiraba, se le acercó para entregarle un documento en el que pide apoyo para las comunidades indígenas de Sinaloa.
Este lunes 10 de diciembre, una mujer que se identificó como Miriam Martínez y y dijo trabajar para la empresa Grupo Argo Energy, se coló en Palacio Nacional y tomó el micrófono para ofrecerle como regalo a AMLO unos estudios que, aseguró, tienen valor de millones de dólares. El vocero presidencial, Jesús Ramírez, le pidió a la mujer retirarse y respetar el trabajo de los medios de comunicación.
3. Contacto con la gente
Desde su campaña presidencial, AMLO prometió desaparecer al Estado Mayor Presidencial, el órgano técnico-militar que había resguardado a los presidentes de México y a sus familias, quienes solían proteger a los mandatarios en todo momento. Dicho cuerpo ya ha sido reintegrado a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Ahora, desde el primer día de su sexenio, AMLO ha mantenido su característico contacto con la gente y ha estrechado la mano de decenas de personas. Y aunque sí se ha visto a personal de seguridad a pocos metros del presidente, no se ha impedido a civiles acercarse a saludarlo. Como si no se tratara de la cabeza del Estado mexicano.
Como puedes ver, en México ya no es difícil que las personas se acercaran al presidente, aunque esto también despierta preocupaciones sobre su seguridad, como ha mencionado Beatriz Gutiérrez, su esposa.
4. Haciendo filas
Otra promesa de campaña de López Obrador fue la de vender el avión presidencial que compró el gobierno de Felipe Calderón y que estrenó Enrique Peña Nieto, el cual ya fue enviado a un hangar en Estados Unidos.
Por ello, ya como mandatario, el tabasqueño ha viajado en vuelos comerciales y los mismos ciudadanos lo han captado en salas de espera de distintos aeropuertos en donde hace filas para abordar o mata el tiempo mientras espera su vuelo.
AMLO toma su primer vuelo comercial a Veracruz como Presidente… pic.twitter.com/t27IVzZZqP
— hoy en el Puerto (@hoyenelPuerto) December 2, 2018
5. Coche austero
Una muestra más de la presidencia de AMLO respecto a otros mandatarios ha sido su manera de trasladarse en la Ciudad de México. El tabasqueño ha usado un automóvil Jetta y no una camioneta, además de que no ha viajado en un convoy muy vistoso ni con guardias especiales.
Crédito: Nación 321