“No piden permiso, llegan con maquinaria y excavan en los terrenos, así estén sembrados o estén buenos para cosechar. En algunas poblaciones llegan con policías o militares para intimidar”.
Es el testimonio de María Tochimani, campesina del municipio de San Andrés Calpan, quien con su mano derecha señala por dónde colocaron los tubos del Gasoducto Morelos en sus tierras.
“¿Qué te queda? Solo ver, entraron por la fuerza, ahí dejaron sus postes amarillos para prohibir construir cerca del gasoducto”, dijo la señora a MTPNoticias.
Habitantes de poblaciones cercanas al volcán Popocatépetl comentan que las obras están casi terminadas, sino es que finalizadas por el lado de Puebla.
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Gasoducto Morelos cerca del Popocatépetl
En un recorrido de MTPNoticias, los municipios de San Andrés Calpan y Nealtican, se observa la señalética del Gasoducto Morelos, sobre una línea que cruza varias poblaciones.
Son postes pintados de amarillo con la leyenda de “Precaución”, con un mensaje que advierte que sobre ese gasoducto nadie debe cavar ni golpear, porque es para la transportación de gas natural.
Camilo Técpan, activista, comentó que en los pueblos mantienen la resistencia y la posición a este llamado “proyecto de muerte”.
“En caso de una erupción del Popocatépetl es alto el riesgo para las comunidades cercanas, porque habrá rutas de evacuación que quedarán cerradas a pueblos como Xalitzintla, San Lucas Atzala”.
El gasoducto forma parte del Proyecto Integral Morelos, que en 2019 contemplaba una inversión de 20 mil millones de pesos a fin de abastecer de gas a la termoeléctrica en Huexca Morelos.
Las obras inicialmente estuvieron a cargo de las empresas españolas (Elecnor y Eneagás). El gasoducto cruza por tres estados: Tlaxcala, Puebla y Morelos.
Avanza Gasoducto Morelos, pese a amenaza volcánica
Fabián Medina, habitante de Nealtican, consideró que no sirvieron las acciones legales ni los asesinatos como parte de la lucha de organizaciones, porque el gobierno federal consiguió que avanzara el proyecto.
En julio de 2019, un juez federal otorgó la suspensión a favor del ejido de Amilcingo, Morelos, con la cual ordenó detener la construcción del Gasoducto Morelos, pero las obras continuaron.
En una asamblea de pueblos unidos celebrada este 4 de junio en la localidad de San Lucas Atzala recordaron que en 2019 fue asesinato el activista Samir Flores Soberanes.
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La víctima fue baleada en su casa días previos a la consulta que organizó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para preguntar a los habitantes de las comunidades si están de acuerdo o no con el PIM.
Camilo Técpan, activista, consideró que con un proyecto como es el Gasoducto Morelos, no solo van a abastecer una o dos termoeléctricas, sino que pronto vendrán los permisos para construir parques industriales cerca del ducto.
Entonces vendrán más afectaciones para las localidades, quienes se verán invadidas, esto sumado al riesgo de la amenaza constante de una explosión del Popocatépetl, porque hay tramos donde el ducto está casi al ras de la tierra.